Una cosecha de tomate que no logró salir a la venta, es ofertada para intercambiarse por útiles escolares que beneficiarán a los hijos de un grupo de jornaleros del Valle de San Quintín.
Ya en varias ocasiones el empresario Federico Flores ha sido el puente entre campesinos y ciudadanos, para convertir los productos de su tierra en artículos que mitigarán un poco el gasto en el próximo regreso a clases.
Esta ocasión se trata de varias cajas de tomate relíquia o heirloom, como se le conoce en inglés, cuya característica principal es que durante décadas han conservado su pureza genética al no haber sido combinados con otras variedades.
Al llegar a la madurez los tomates presentan colores distintos a lo que de manera cotidiana encontramos en le mercado: morado, amarillo, naranja, verde, blanco y claro, algunos rojos.
Si usted quiere participar en este intercambio y llevar a su casa algunos de estos tomates, solo debe acudir a las instalaciones de Comercializadora Ensenada, en la Plaza Santo Tomás (Miramar entre sexta y séptima) frente a El Roble. Se aceptan todo tipo de útiles escolares o despensa... lo que usted considere que puede ser de beneficio para quien enfrentará el gasto del próximo regreso a clases.