La semana pasada le planteamos: En internet los partidos políticos se han dicho de todo. Sin embargo, ¿han logrado cambiar su intención de voto? Nueve de cada diez nos dicen que no. Gracias a todos por expresar su opinión.
La ley que prohíbe los anuncios que señalan aspectos negativos de un contrincante no es nueva. Está legislado que los anuncios deben ser con propuestas sobre las necesidades de los electores.
Sin embargo Internet sigue siendo tierra de nadie.
Por suerte, la capacidad de los legisladores (y de los partidos políticos) está todavía muy lejos de establecer candados que regulen lo que se puede decir por este medio.
El resultado ha sido evidente para todos los usuarios de portales y redes sociales. Equipos creativos y productores de contenido que realizan piezas que circulan libremente por la red.
En nuestro sondeo, solo uno de cada diez revela que ha cambiado su intención de voto… mucho ruido y resultados magros.
De lo que si vale la pena tomar nota, como termómetro de la información que se queda al interior de los partidos, es de lo siguiente: los ataques más arteros regularmente vienen por parte del contrincante que va en segundo lugar. Mercadotecnia básica: el segundo golpea al primero y el primero no hace en el mundo al segundo.