La decisión de la SHCP de eliminar los estímulos fiscales a la gasolina ribereña y el diésel marino, publicado en el Diario Oficial del pasado viernes 29 de mayo afectarán a los sectores pesquero y acuícola considerados como estratégicos en la seguridad alimentaria de México.
Estos dos grupos del sector pesquero nacional está conformado en su gran mayoría por pequeños y medianos productores, para los cuales el combustible representa hasta el 70 por ciento de los costos de operación de las embarcaciones y granjas acuícolas, unidades con las cuales se realiza la actividad, señaló este domingo la Cámara Nacional de la Industria Pesquera (Canainpesca), mediante un comunicado de prensa.
En el documento menciona que es poco acertado que se señale que el estímulo a los combustibles pesqueros es un costo para el Gobierno, cuando en realidad es un mecanismo fiscal para otorgar a los productores un precio competitivo de los energéticos, generando múltiples beneficios económicos y sociales en la actividad y en el propio sistema hacendario.
Por otra parte, el alto costo de los energéticos en México, pone en desventaja al sector pesquero frente a los competidores internacionales.
“Los precios bajos en el mercado del crudo no han beneficiado a los productores mexicanos. Mientras que en México el precio promedio del diésel es de $18.73 pesos por litro, en Estados Unidos (uno de nuestros principales mercados) es de $5.96 pesos por litro y en Ecuador (con quien estamos a punto de firmar un tratado comercial) a $6.07 pesos por litro”, señala el comunicado.
Los estímulos a los combustibles sí benefician directamente a los pescadores y acuacultores. Un precio competitivo del combustible, asegura que operen las embarcaciones y granjas acuícolas generando empleo permanente para los 300 mil pescadores y acuacultores y detonando más de 2 millones de empleos indirectos.
Indican que aunque el Bienpesca ha sido por años un apoyo complementario, los 7 mil 200 pesos al año no cubren las necesidades más elementales de un pescador o acuacultor, como alimentación, salud, educación y bienestar durante el resto del año. A este apoyo deben ser sumados programas y estímulos que den soluciones integrales y permanentes.
El combustible es el principal insumo para la actividad pesquera y acuícola y que al ser prácticamente incosteable su adquisición, el sector se verá obligado a parar sus actividades, con repercusiones serias en pérdidas de empleo, suministro de alimentos, derrama económica en los 263 municipios costeros, pagos de impuestos y derechos, pero sobre todo tendrá un impacto en la paz social de comunidades donde la pesca y la acuacultura son la única opción viable, digna, productiva y legal de sustento para las familias.
“Exhortamos a que el gobierno de México genere las condiciones necesarias para reactivar al sector pesquero y acuícola y reducir las asimetrías frente a nuestros competidores comerciales. Solicitamos tener acceso a un precio competitivo del diésel marino y la gasolina ribereña para impulsar nuestra actividad y seguir cumpliendo con la encomienda de llevar alimentos saludables al alcance de todos los mexicanos, generar empleos y bienestar social.
#PESCADORES#DIESEL
En Ensenada el estímulo fiscal para el diesel marino significaba desde el 2015, 58.47% del valor. De ahí el impacto para el sector.
Cabe destacar que esta misma medida se aplicará al sector agropecuario, a quien también se elimina este beneficio.