“Tírense al piso, creo que nos quieren secuestrar” Es lo que dijo Víctor (N) un empresario de Ensenada a su familia, al ver que sujetos encapuchados y con armas habían rodeado su vehículo un Pick Up GMC de reciente Modelo, a bordo del cual, con su esposa, sus dos hijos, se dirigía a la graduación de un sobrino en el Estero Beach.
La familia víctima de estos hechos, cuenta la pesadilla de esas horas y el miedo que aun sienten porque no saben si tras haber denunciado lo ocurrido, los miembros de este comando, al parecer perteneciente a al ejército pretendan tomar venganza.
Los hechos dieron inicio en el primer semáforo de Morelos y Reforma que se ubica en el Exejido Chapultepec, ellos habían bajado desde la entrada a Lomas de San Fernando y se habían topado una cuadra antes en el área para subir a la Reforma con una unidad tipo Humer del Ejército Mexicano que se encontraba estacionado con personal a bordo.
Metros adelante en el Semáforo, donde eran el segundo vehículo de la fila los alcanzó un jepp blanco, sin logotipos, con sujetos encapuchados y armas largas, los observaron unos momentos y se emparejaron, se bajaron y rodearon su unidad. Pensaron que era un secuestro y el conductor, decidió meter reversa y acelerar para chocar en el proceso contra un auto pequeño con gente a bordo sobre la Reforma.
La fuerza los hizo brincar el camellón quedar en el otro lado del camellón con dirección sur con lo que aplicaron toda la velocidad para escapar de los sujetos armados que lejos de quedarse en el sitio iniciaron una persecución, por el que entraron a la Miguel Hidalgo, mientras la mamá y el hijo, llamaban a un familiar policía para pedir auxilio ante el temor de un secuestro.
El hijo mayor protegía a su hermanita de 12 años que asustada lloraba en la parte posterior en espera de que de un momento a otro, los secuestradores les empezaran a disparar.
Hicieron varias llamadas a su familia y uno de estos que estaba cerca decidió cerrar la calle con su vehículo la calle José María Morelos ha donde habían doblado para ir al Estero desde la Reforma por el ex Ejido Chapultepec, mientras otros llamaban también a la policía.
Al llegar al Estero, a donde entraron con exceso de velocidad, se estacionaron en fuera del salón donde era el evento, el papá que conducía la unidad sacó a la hija pequeña en los brazos para meterla al salón, su esposa salió y es escondió bajo un vehículo.
La niña pese a la indicación de que se metiera bajo una mesa se había quedado fuera aterrorizada y su hermano regresó para cargarla en brazos y meterla a los baños para esconderla luego salió a buscar a su mamá en tanto el grupo armado llegaba y observó al jovencito cerca del pick up y lo detuvieron.
Lo tiraron en el piso donde los golpearon mientras el resto de los encapuchados entraba al salón con las armas en busca de su familia, al tiempo que gritaban que buscaban a gente armada dentro.
Al lugar llegaron entonces policías municipales, Policía Estatal Preventiva y Secretaría de Marina, además de Hummer del Ejército que estaba sobre la Reforma.
Los militares acordonaron el lugar donde estaban golpeando al muchacho, mientras los policías municipales les decían que lo dejaran de golpear.
Un miembro del ejército encaró a los agentes y les dijo que si no se quitaban los policías les meterían unos balazos y entonces subieron al muchacho a la parte de atrás de un pick up, donde lo dejaron boca abajo, encañonado y con una bota sobre la cabeza de uno de los encapuchados que hacía presión cada vez que se movía.
Su papá mientras había salido del baño y observó que en el salón mucha gente estaba en el suelo mientras los sujetos lo buscaban, pero entonces se dio cuenta que no sabían exactamente quien era, por lo que confirmó su sospecha, les gustó el pick up y por eso los habían atacado, el rescató entonces a su niña, le dijeron que no se acercara.
Su esposa en tanto había salido de su escondite y trataba de que le devolvieran a su hijo al que no alcanzaba a ver, pero si escuchaba que lo golpeaban.
Uno de los policías reconoció a uno de los encapuchados dijo que era el Teniente Omar Pelaez el cual ha tenido varios problemas con municipales y los militares les dijeron que no era él, porque estaba fuera en comisión.
Mientras en el salón se generó caos y terror, personas que pensaban que el asunto pasaría a mayores especialmente luego de que se escucharon dos disparos en el lugar generados por uno de los mismos encapuchados.
Uno de los encapuchados habló con los militares y el muchacho escuchó como le decía que se habían metido en problemas y este respondió: “Con una bronca en el carro nos los chingamos a todos” por lo que esperaban que les sembraran droga o armas.
Luego los sujetos le exigieron al muchacho las llaves del pick up y este les dijo que no las tenía con él, pese a ello, tomaron la unidad y se la llevaron.
Luego los encapuchados con el muchacho en el Pick Up salieron del lugar sin que los policías pudieran hacer nada y se dirigieron a un lugar cercano, pero desconocido por la víctima que siempre estuvo boca abajo, con un arma amartillada en espalda y cabeza.
Lo único que recuerda es que fue un tramo pavimentado, luego otro con baches, mucha iluminación que se alcanzaba a ver por el reflejo y finalmente una puerta que se abrió.
Al estacionarse, a los minutos escuchó el sonido del Pick Up de su padre que tiene un ruido muy característico, y oyó como abrieron la puerta y empezaron a esculcar.
Se robaron seis botellas de vino que llevaban a la graduación, la bolsa de su mamá con 16 mil pesos, sacaron de la guantera mas de 30 mil pesos de pagos de su papa de nómina y 600 pesos de su hermanita además de un teléfono celular.
Mientras el pick up y el jovencito eran movidos del lugar su familia inició una frenética búsqueda para dar con el paradero de éste, que tres horas mas tarde, fue abandonado junto con el pick up de su papá en el mismo sitio donde al sufrir el ataque de los encapuchados
Al llegar los policías se sintió a salvo y se comunicó con su familia que llegó al lugar decidiendo de inmediato presentar una denuncia formal de hechos ante la Procuraduría de Justicia del Estado.
El pick Up apenas fue recuperado el viernes porque por el choque fue a dar al corralón.
La familia piensa que este suceso fue un intento de secuestro, donde los agresores nunca se imaginaron que las víctimas lograrían escapar y convertir un hecho que pudo ser “en solitario” en uno que pudieron observar cientos de personas en el salón.
De hecho en este salón hubo gente agredida cuando grabó o tomó fotos con el celular.
La familia hizo un llamado a personas que estuvieron en la fiesta y fueron testigos de estos hechos a subir las imágenes y fotos a youtube, para que la PGJE tenga la mayor cantidad posible de información, si es que no quieren testificar.
Lo importantes es que sucesos como estos no es repitan y personas que como ellos piensan están contratadas para proteger a los ciudadanos, usen armas y tácticas para dañar a las familias y a la ciudad.
Ellos por ahora, tienen miedo de que estos sujetos tomen venganza por la denuncia que hay en su contra por este acto delictivo.