Lo anterior lo declaró el director de Inspección, Sanidad e Inocuidad de la Secretaría de Fomento Agropecuario (SEFOA), Javier Marín León, quien agregó que luego de haber recuperado el estatus sanitario en la región, se refuerzan dichas medidas.

Marín León indicó que las medidas mínimas de bioseguridad consisten en cuidar el acceso a las granjas, tales como contar con un sistema de desinfección de vehículos, módulos sanitarios para ingresar a las instalaciones, ya que toda persona que entre a la granja, debe despojarse de la ropa y calzado de calle y utilizar el atuendo adecuado.

Agregó que es necesario cuidar que el alimento para las aves permanezca resguardado y que la unidad de producción cuente con cerco perimetral que delimite el acceso, además de movilizar la gallinaza cubierta o encostalada, contar con un control de fauna nociva y en caso de mortalidad se debe incinerar o enterrarla.

El Director de Inspección, Sanidad e Inocuidad comentó que antes de repoblar la granja, el médico veterinario responsable, debe supervisar y constatar las actividades de limpieza, lavado y desinfección de instalaciones y equipo.

Comentó que de acuerdo a un estudio elaborado en 2010 por la Oficina Estatal de Información para el Desarrollo Sustentable (OEIDRUS), en donde se visitaron 16 productores con explotación de aves de postura y carne, que en su mayoría se dedican a la producción de huevo, ubicadas en Ensenada, Tecate y Tijuana, siendo Mexicali en donde se encuentran sólo dos unidades de producción.

Marín León reiteró el interés y las acciones que la SEFOA realiza en coordinación con la SAGARPA y el Comité Estatal de Protección Pecuaria (CEPPBC), como lo establecen las Normas Oficiales Mexicanas, para mantener el estatus sanitario, ya que representa una actividad importante para el Estado y la seguridad que se otorga al público al ofrecer alimentos de calidad.