Honestidad, Amor y Justicia, son las tres ideas principales del discurso del precandidato a la presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, ofrecido ante sus simpatizantes en la gira por la zona rural de Ensenada.
Este martes 10 de enero, López Obrador visitó las instalaciones de un salón de eventos de la Colonia Vicente Guerrero a pocos minutos de San Quintín, para llevar a cabo un foro temático denominado “Jornaleros Agrícolas y Movimientos Campesinos”.
En un día soleado pero fresco, y después de un largo camino por la carretera Transpeninsular rumbo a Colonia Vicente Guerrero, 170 kilómetros al sur de la ciudad de Ensenada y 30 kilómetros al norte de San Quintín, en la que por cierto había tramos de terracería sin señalamientos que facilitarían a entender el rumbo que deben tomar los vehículos, en donde un colega, dos fotógrafos y yo, llegamos al lugar.
En este sitio pudimos percibir que estaban listos para dar la bienvenida al “Presidente Legítimo de México”, pues varios negocios y algunas casas tenían en sus techos, bardas y cercos, banderas amarillas con el logotipo del PRD.
La cita para los medios de comunicación y los seguidores del Partido de la Revolución Democrática, era a las 11:30 horas en el salón social de la Colonia Vicente Guerrero. Al acercarnos, observamos a personas en los semáforos entregando publicidad del partido y una gaceta del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Cuando llegamos al salón que está ubicado frente a un parque público, eran pocos minutos después de las 11:00 horas. En el exterior del salón, ya se encontraban reunidos los simpatizantes del partido ondeando banderas del partido y se les notaba ansiosos por recibir la llegada del político.
En la entrada principal, había unas carpas con unas mesas que parecían de registro, y cada una tenía una fila de personas. Me acerqué a preguntar qué era lo que hacían en las mesas, y me contestaron que estaban invitando a los asistentes a registrarse en el padrón del Morena, donde les pedían su credencial del IFE y que en días posteriores, les entregarían una identificación de miembros del movimiento.
Afuera también estaban reunidas algunas mujeres de todas las edades de la comunidad indígena Triqui del Valle de San Quintín, quienes portaban su traje rojo tradicional y esperaban órdenes para ubicarse en un lugar específico dentro del salón.
Conforme íbamos acercándonos a la entrada, se escuchaba en bocinas y altavoces un discurso grabado de López Obrador, y con él, se escuchaban aplausos de los asistentes que ya estaban en el interior.
Al entrar, había mucha gente en los pasillos, en el balcón del segundo piso, las sillas estaban ocupadas en su totalidad y casi todos los asistentes, tenían banderas del PRD y del Morena. Hacia la derecha de la entrada, había mas gente reunida en una barra, les estaban dando agua y pan.
Los asistentes eran en gran mayoría, residentes del Valle de San Quintín, algunos representantes de distintas comunidades indígenas, diputados y regidores del PRD y del Partido del Trabajo (PT), así como otros funcionarios y seguidores de estos partidos.
Pasaron 40 minutos, y AMLO aún no llegaba, pero los organizadores del evento se encargaron de motivar a los asistentes con frases como “es un honor estar con Obrador”, y los invitaban a dejar libre el pasillo principal para que pasara el precandidato.
Entre la música del Morena como ambiente, gente bailando y ondeando sus banderas, cerca de las 12:30 horas, finalmente llegó López Obrador. Saludando con abrazos, apretujones de mano, recibiendo y firmando peticiones de los ciudadanos, recorrió el pasillo principal y subió al templete, donde ya lo esperaban algunos representantes de distintos sectores para comenzar con el foro.
El maestro de ceremonias, explicó que el foro consistía en una participación de 5 minutos de cada uno de los representantes, para dar a conocer las necesidades, problemáticas y posibles soluciones relacionadas con los trabajadores del campo. Y que, posterior a esta dinámica, el precandidato ofrecería a sus simpatizantes un mensaje.
El primero en hablar fue Juan Pérez Guzmán, jornalero Triqui de la parcela 16 del ejido Emiliano zapata, quien abordó el tema sobre la situación y la demanda de los jornaleros agrícolas de los Valles agrícolas al sur de Ensenada.
En su discurso, habló sobre la falta de seguro social para los trabajadores del campo agrícola, que no cuentan con afore para pensiones, con infonavit, y que sus bajos salarios no alcanzan para los alimentos básicos. No reciben aguinaldo “según la suerte que se llama regalo navideño, no recibimos las vacaciones, trabajamos nuestra vida, es una necesidad, trabajamos porque con hambre no tenemos día de descanso”.
Comentó que hay irregularidades en los pagos y poca estabilidad laboral, pero grandes riesgos de salud, así como el horario de trabajo que es de las 4:30 a las 17:00 horas. Su propuesta principal, crear un sindicato de trabajadores del campo, no un sindicato de patrones.
Maria Lucila Hernández García, jornalera mixteca dirigente de la organización “Mujeres por un nuevo amanecer” de Santa María Los Pinos, para abordar la problemática sobre los agroquímicos en los jornaleros y su entorno con el medio ambiente.
Su participación se enfocó a la equidad de géneros e informó con porcentajes el trabajo de la mujer en el campo en toda la cadena productiva, desde siembra, deshierbe, selección de producto y empaque. Comentó que el 77% de las mujeres jornaleras del Valle son menores de 29 años y que el 28% no saben leer ni escribir. Las jornadas laborales de 14 horas diarias, comentó, han generado problemas muy específicos de salud y agregó que las mujeres reciben salarios más bajos que los hombres.
Las enfermedades más comunes en las mujeres jornaleras son: 45% respiratorias, 41% cutáneas, 29.7% gastrointestinales, 12% de picaduras de animales, 21% accidentes que incluyen muertes, además de padecimiento de lupus, cáncer, cáncer de mama y cervicouterino, así como ceguera y hemorragias.
Habló sobre una opresión por ser mujeres e indígenas, así como una alta marginación social y económica, violencia comunitaria, domestica e institucional que van desde violación, hasta secuestro, despojo de sus hijos, hostigamiento sexual, explotación laboral y no tener acceso a la educación. Su propuesta, la recuperación del estado del derecho para la formulación e implementación de políticas públicas con equidad de género e interculturalidad, así como garantizar los derechos de las mujeres indígenas.
Posteriormente, siguió Sergio Ibáñez Guzmán de origen mixteco y estudiante de la Universidad Indígena Autónoma de Sinaloa, quien habló sobre la educación en las familias de los jornaleros en la región de San Quintín.
El joven habló sobre un estudio realizado en el Valle, que indica que el 42.6% de los habitantes es analfabeta siendo principalmente indígenas y en su mayoría, hijos de jornaleros. Que el 16% termina la primaria, el 7% la secundaria y preparatoria y solo el 0.9% concluye la universidad. Su propuesta, crear una universidad para los hijos de los trabajadores del campo y de todos aquellos que carecen de una economía, una universidad intercultural de carácter internado para los jóvenes con necesidades económicas precarias que desean continuar estudiando hasta lograr su profesionalización.
Entre cada participación, los asistentes que se encontraban al pie del templete, enviaban pequeñas hojas y pedazos de papel con mensajes y peticiones para López Obrador, papeles que él mismo se acercaba al público para recibir y leerlas en ese momento mientras escuchaba las propuestas de los participantes del foro. Propuestas que firmó al término de cada participación.
Continuó la participación de Isabel López Flores, jornalera Triqui de la parcela 17 del ejido zapata de Vicente guerrero con el tema de vivienda. Quien expresó que a diferencia de los otros participantes, no llevaba un discurso preparado en escrito, pero que a viva voz le daría a conocer las problemáticas de su comunidad. Consideró la educación, la comida y la vivienda como un lujo, pues la mayoría de los jornaleros ganan muy poco “no ganamos para comer, mucho menos para vivir, no se la voy a poner muy dramático”, pues dijo que las familias de cinco personas, viven en un cuarto pequeño de madera con techos de plástico, mientras el gobierno dice que en Baja California “todos estamos bien, no es cierto, en el Valle hay pobreza, hay hambre… Vemos en usted casi, casi El Mesías Salvador, así que esperamos que en verdad sea nuestro salvador”, finalizó.
Después, hizo uso de la voz el Vice-coordinador del Frente Indígena de Organizaciones Binacionales, José Guadalupe González Reyes, quien abordó la perspectiva binacional de la problemática de los jornaleros agrícolas mexicanos.
Inició su discurso con un mensaje en mixteco, y después comenzó a hablar en español para decir que su agrupación se mostraba en total apoyo con AMLO para su candidatura a la presidencia. Por lo que pidió reconocer el fenómeno migratorio como una consecuencia de políticas neoliberales y de tratados comerciales impuestos por Estados Unidos. “Les pedimos que es de suma importancia que haya mecanismos en las políticas justas para las comunidades indígenas. Necesitamos derechos y que no seamos asaltados, mucho menos secuestrados por la policía y la intimidación por los ejércitos”.
En este momento, muchos asistentes a pesar de estar emocionados por la visita de AMLO y que seguían apoyando a sus representantes en el foro, comenzaron a mostrarse cansados pues los discursos que durarían 5 minutos, se extendieron hasta por 10 minutos o más.
Participó también la Doctora Maria Antonieta Barrón, profesora investigadora de la facultad de economía de la UNAM e integrante del sistema nacional de investigadores, sobre la problemática y alternativas de los jornaleros en México. A quien López Obrador escuchó atentamente, pues habló de la situación real de los jornaleros, la insalubridad y la poca atención por parte del estado y los productores. La carencia de seguridad social y el derecho a la jubilación, así como de los servicios de agua y luz, e informó que la tasa de desempleo ha aumentado por el incremento en las migraciones al Valle de San Quintín.
Posterior a cinco participaciones más, donde trataron problemáticas serias y presentaron propuestas que López Obrador firmó, los simpatizantes muy ansiosos esperaban el mensaje que ofrecería su precandidato.
A diferencia de los discursos ofrecidos en anteriores visitas a Ensenada, en este mensaje, López Obrador se basó en tres conceptos principales como propuesta de su campaña, pero antes expresó que México necesita un cambio para sacar al país de una crisis económica, social, política, de inseguridad y de violencia, pero dijo que “ya no hace falta hablar mucho sobre la problemática, creo que todos tenemos el diagnostico de los males que aquejan que atormentan al pueblo y a la nación”.
Por lo tanto, comentó que un proyecto alternativo de nación elaborado por especialistas e intelectuales, propone basarse en tres ideas que considera fundamentales: la honestidad, la justicia y el amor.
Precisó que para abatir la corrupción que impera en el país, es necesario que los ciudadanos adopten la honestidad como un estilo de vida, al igual que los gobernantes, y que con esto, las autoridades tendrán moral y por consecuente, respeto.
“Ahí está la diferencia con nosotros, para nosotros es fundamental la honestidad porque yo considero, lo puedo demostrar que nada ha dañado más a México que la deshonestidad de los gobernantes, la corrupción ha dado al traste con todo, es la causa principal de la desigualdad social y económica por la corrupción, y es que unos pocos tienen mucho, y muchos tienen poco”.
Habló también sobre los salarios y beneficios que tienen los gobernantes de primeros niveles, propuso bajarlos y quitar las atenciones médicas privadas de los funcionarios para ahorrar en el presupuesto nacional. Mencionó que todo ciudadano debe tener derecho a la educación, pues es la base del desarrollo, de la democracia y que permite la movilidad social.
Sobre la justicia, dijo que el país requiere de un plan de austeridad republicano para impulsar actividades que saquen al sector campesino del abandono, que no tiene el apoyo de los productores y ejidatarios. Citó a Francisco I. Madero con la frase de que “el pueblo de México tenía hambre y sed de justicia, y aquí (en San Quintín) se sigue recordando, una demanda incumplida…tenemos que ser más humanos, voltear a ver al que sufre, hacer frente al individualismo”.
López Obrador dijo que su partido no aplicaría la misma estrategia para terminar con la delincuencia organizada, con soldados y policías, pues el soldado “es pueblo, es pueblo uniformado…no se puede enfrentar la violencia con la violencia, el mal con el mal, apagar el fuego con el fuego”. Precisó que para cambiar se debe dar más atención a los jóvenes y ofrecer más posibilidades de trabajo.
Finalmente, abordó la temática sobre el amor, el amor en las familias y al prójimo, en ser felices no con bienes materiales sino estar bien con uno mismo, el amor a la naturaleza para no seguir destruyendo el territorio. “El amor a la patria, no perder nunca nuestra identidad”.
Mencionó que la gente del Valle de San Quintín demuestra que aún se mantienen costumbres, tradiciones y las lenguas.
El precandidato mantuvo atento a su público y terminó su discurso con un tema emotivo que generó que los asistentes olvidaran las tres horas que había durado el evento. Algunos seguidores se retiraron tan pronto como terminó el discurso, otros permanecieron en el lugar hasta que López Obrador abordara su vehículo.