Por medidas de seguridad aplicadas por la Unidad Regional de Protección Contra Riesgos Sanitarios del Isesalud, el hospital privado Cardiomed, ubicado en la Avenida Obregón entre calle 10 y 11, permanece suspendido desde el martes 24 de enero.
El titular de la Dependencia en Ensenada, Enrique Ávila Arévalo, informó que el 18 de enero del 2012, recibió una instrucción por parte de la oficina central localizada en Mexicali, para atender una solicitud de información del INEGI sobre el conteo de camas habilitadas (censables) en los hospitales de Ensenada.
El oficio especifica que la información necesaria comprendía desde el nombre, dirección, teléfono, responsable de la unidad y la ubicación geográfica de las Unidades Médicas vigentes que hospitalizan y cuentan con camas censables en la ciudad de Ensenada.
A partir de estas instrucciones, Ávila comentó que se organizó un recorrido de vigilancia en hospitales privados como el Velmar, Sanatorio del Carmen, Santa Rosa de Lima, incluyendo Cardiomed.
El último, precisó Enrique Ávila, no cuenta con un área de consulta, pues su giro principal es la hospitalaria. Cuentan con un área donde ingresan a los pacientes, “y quiero pensar que si algo se complica y hay necesidad de intervenirlo, pues habrán de hacerlo”.
Sin embargo, a causa de una construcción de áreas de quirófanos, Cardiomed tuvo que inhabilitar el quirófano con el que contaba. Trabajo que no fue presentado ante los directivos de Cofepris en Ensenada, para obtener el permiso sanitario de construcción.
“Al encontrar esa irregularidad y ver que el giro principal de ellos es hospital y actos quirúrgicos, y su área para actos quirúrgicos no está habilitada, pues aplicamos la medida de suspensión”, agregó.
“Consideramos un probable riesgo en dejar que siguieran ingresando pacientes, cuando su área quirúrgica no está en condiciones”.
El funcionario resaltó que la suspensión se debe a un error administrativo, posiblemente del asesor en el proceso de certificación o del ingeniero que ayuda en la obra, pues lo primero que debieron hacer los propietarios del hospital privado, fue haber presentado el proyecto ejecutivo, planos de instalaciones de gases, y todo lo que debe ser acreditado de acuerdo a la Norma Oficial Mexicana que regula el tema de quirófanos.
En el día de la clausura, 24 de enero, no se encontraba ningún paciente internado en el instituto médico. Pero al momento de concluir la visita, Ávila precisó que llegó una paciente en condiciones críticas y la ingresaron para atenderla.
“Estábamos a punto de cerrar, lo primero que les dijimos como autoridad es que no podían haberla aceptado, debieron de haberle rechazado la entrada, o en ese momento trasladarla, pero nos dijeron que venía mal la persona y (con lo que) nos permite la ley, hicimos un anexo al acta”, apuntó.
El anexo a la medida de suspensión, pone a disposición del responsable sanitario del hospital, la atención de la paciente, con la salvedad de que, en este único caso, podía disponer de personal, equipo, enfermeras, paramédicos, y lo que fuera necesario para estabilizarla y trasladarla, con la condición de que cuando esto suceda, se informe a la Cofepris.
Hasta el momento, Cardiomed sigue atendiendo a la paciente, pues no ha se ha presentado la posibilidad práctica para un traslado, y al hospital, no puede ingresar ningún otro paciente mientras la medida de suspensión este activa.
Para volver a abrir sus puertas, Cardiomed debe regularizar la situación solicitando en la Cofepris el permiso sanitario de construcción y el levantamiento de la medida. Este proceso podría tardar de 10 a 14 días siempre y cuando, el instituto médico ya cumpla con todos los requisitos para el permiso.
De no contar con un proyecto ejecutivo, planos, y otros documentos, dependerá de la rapidez que la institución médica aplique para integrar el archivo. Una vez otorgado el permiso, la dependencia vuelve a realizar un protocolo de verificación en la nueva área, que de acuerdo con Enrique Ávila, “les va a quedar de primer nivel”, por lo que no duda que sea aprobado el permiso.
Acompañado de la suspensión, se aplicará una sanción considerable, que oscila entre mínimos y máximos de salarios mínimos. Pero la sanción no ha sido definida, pues no se ha determinado un dictamen final.
En el 2010, un caso similar de clausura se presentó en el Sanatorio del Carmen, por que presentaban una situación especial en su botica intra hospitalaria y se le aplicó una multa de 60 mil pesos. Después de ser regularizado, y reabrir sus puertas, esta institución sigue pagando la multa.
“No porque lo vean operando, es que ya pagó o ya lo multamos, va a buscar corregir y nuestro proceso interno puede continuar”, apuntó.
Finalmente, el funcionario expresó que Cardiomed “es uno de los mejores en la localidad”, pero que era necesario aplicar la medida por un error administrativo.
El documento.