La insuficiencia venosa o “varices” es una de las enfermedades más frecuentes del sistema cardiovascular, 30 por ciento de la población la padece; afecta en una mayor incidencia a la mujer, las molestias son más intensas por la tarde y mejoran con el reposo, pero se incrementan sustancialmente durante la temporada de calor.
El doctor Luis Antonio Araiza Núñez, médico internista del Hospital General de Zona IV Número 8 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), explicó que generalmente los síntomas y complicaciones de la enfermedad pasan inadvertidas durante cinco o más años y cuando se manifiesta hay dolor, comezón, sensación de piernas pesadas e hinchadas, calambres, comezón y “venas saltonas y tortuosas”.
La enfermedad se caracteriza por dilatación permanente de las venas superficiales, generalmente se agudiza con el calor; en el interior de ellas se dificulta la circulación, por lo que dejan de cumplir adecuadamente con su función, que es transportar la sangre hacia el corazón.
El especialista expuso que aun cuando se desconoce el origen de la enfermedad, existen factores que la predisponen: herencia, el embarazo, sobrepeso, obesidad, sedentarismo, trastornos hormonales, actividad laboral sedentaria, tabaquismo y en la mujer, la influencia de tratamientos hormonales o la multiparidad.
Puntualizó que no existe un tratamiento médico efectivo, aunque sí algunos medicamentos que controlan momentáneamente el problema, por lo que la única solución es la cirugía, que consiste en ligar o extirpar las venas afectadas. “En casos graves, la persona puede presentar hemorragias, trombosis y ulceras en la zona afectada”.
El doctor Araiza Núñez destacó que es importante realizar medidas de higiene venosa que ayudan a mejorar la circulación sanguínea de las piernas, también son favorables las caminatas, natación o la bicicleta; se debe evitar obesidad y sobrepeso, así como permanecer en forma prolongada de pie o sentado, limitar exposición prolongada al sol, prendas ajustadas que limiten la circulación de pantorrillas, es muy positivo duchar las piernas con agua fría y mantenerlas bien hidratadas, “lo que implica un cambio de vida”, subrayó.