Con la intención de estudiar la falla de Agua Blanca, un grupo de investigadores del CICESE y la Universidad de Texas, con el apoyo de la Fundación Nacional para la Ciencia de Estados Unidos (NSF, por sus siglas en inglés), sobrevolaron la zona de la falla el pasado 2 de julio para realizar un mapeo con una novedosa técnica en 3D.
En el sobrevuelo participaron Alejandro Hinojosa Corona, técnico académico del Departamento de Geología del CICESE, y Juan Carlos Fernández, investigador del Centro Nacional para Mapeo Aéreo con Láser (NCALM, por sus siglas en inglés), agencia perteneciente a la NSF.
Sísmicamente, la falla de Agua Blanca ha estado inactiva, en silencio.
Sin embargo, existe la posibilidad de que en algún momento se active. Este tipo de monitoreo (mapeo láser 3D) sirve para conocer si la falla presenta evidencias de desplazamiento, debido a que la península de Baja California
se mantiene en constante movimiento.
El escaneo se realiza con un instrumento láser aerotransportado llamado LIDAR (Light Detection and Ranging) que reconstruye con sorprendente detalle la sinuosidad del relieve, formando un mapa en tercera dimensión.
Durante el vuelo, el instrumento emite 100 mil pulsos por segundo, midiendo la distancia de los rebotes durante su recorrido. En cada línea de vuelo, el instrumento escanea un angosto corredor a lo largo de trayectoria.
Se realizaron varias líneas de vuelo para cubrir la zona de estudio. El
producto de este vuelo son densas nubes de puntos 3D que reconstruyen la
topografía y estructuras encima del terreno. La densidad esperada de
puntos
3D es del orden de 10 a 15 puntos por metro cuadrado, explicaron los académicos.
“Básicamente, dispara pulsos de láser del avión al suelo y toma el tiempo que tarda de ida y de regreso. Con base en esa distancia y conociendo la posición del avión se puede realizar un mapa de la topografía y la vegetación a gran detalle”, explicó el Dr. Fernández.
Este sobrevuelo es el segundo realizado por el NCALM en investigaciones geológicas en colaboración con el CICESE. El primer sobrevuelo se realizó en agosto del 2010, después del sismo de magnitud 7.2 ocurrido en el valle de Mexicali, Baja California, que afectó principalmente a la infraestructura
de riego del valle y a la ciudad. En esa primera ocasión se realizó un mapeo
de una franja de 150 kilómetros a lo largo de la ruptura en la sierra Cucapá, desde el cerro Centinela hasta el Golfo de California.
Previo a esta experiencia, el Dr. Juan Carlos Fernández ha hecho mapeos
En el sureste de México con aplicaciones arqueológicas. El LIDAR es una herramienta que permite descubrir ruinas que la vegetación abundante no permite ver.
Tras el mapeo, se puede eliminar la vegetación y ver lo que hay debajo, como se realizó en un proyecto realizado en colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), mismo que abarcó zonas selváticas de Veracruz, Mérida y Campeche, donde existe vegetación que cubre ruinas arqueológicas.
Fernández espera seguir trabajando en más proyectos con el CICESE.
Afirmó que existen planes de estudiar la zona del litoral bajacaliforniano utilizando este tipo de tecnología pero con un láser especial para batimetría (estudio de las profundidades marinas). De esta forma, se puede conocer la profundidad del fondo en aguas poco profundas, aproximadamente de 0 a 15 metros.
“En el futuro planeamos hacer este tipo de trabajo y estudiar el hábitat marino en la zona costera”, concluyó.
Esquema del levantamiento aéreo Lidar. y Mapa con la cobertura de las zonas escaneadas.