La tensión en el poblado, era creciente, porque la ausencia de una decisión de las autoridades federales de Conapesca –Sagarpa, han enfrentado en los últimos años a los residentes de esta comunidad ubicada a 255 kilómetros de la ciudad de Ensenada.

En un recorrido de Ensenada.net por El Rosario, el delegado municipal Héctor de la Toba Duarte, reconoció que la posibilidad de que se repitan los sucesos del 2013 es muy grande porque pese a las promesas y las reuniones que se sostuvieron a lo largo de los meses de veda, no se logró un avance.

José Joaquín Espinoza Valladolid de la Asociación Pesquera Mortera de Leyva explico que lo único que quieren los pescadores es trabajar, pero todo parece indicar que no se ha podido solucionar nada.

El lunes 15 de septiembre las partes en conflicto se reunieron en Ensenada por la mañana para buscar acuerdos sin éxito.

Una segunda cita, por la tarde no sirvió de nada porque los representantes de la Cooperativa Ensenada no se presentaron.

El objetivo es un acuerdo para trabajar en paz en la zona de Campo Nuevo que es la que han cuidado los miembros de Mortera de Leyva pero todo parece indicar que la Cooperativa Ensenada quien tiene la concesión no lo permitirá.

Otra de las agrupaciones en conflicto es Kachigi, que opera en puerto San Carlos también en las inmediaciones de El Rosario y al sur de Campo Nuevo.

Iván Orlando Duarte Acevedo uno de sus miembros explicó que quieren respeto luego de 12 años luchando para poder capturar permiso y no lo han logrado pese a ser nativos de la zona y ser los que la cuidan.

No es justo que llegue otra gente a trabajar ahí con permisos de langosta que los residentes no han logrado pese a tener años solicitándolo.

En tanto, en Punta Baja, los miembros de la Cooperativa Ensenada se preparaban para empezar a colocar trampas en el mar, en la playa de Punta Baja, una impresionante Bahía que tiene como frente el océano Pacífico e Isla San Jerónimo.

Juan Ceseña uno de los pescadores de la cooperativa Ensenada explicó que no descartaban el conflicto, que existía la posibilidad de que les cerraran el camino.

Con 37 años de pescador reveló que antes del iniciar la temporada el CRIP hizo un estudio que les arrojó el potencial de una buena pesca.

Colocaron 40 trampas y en un día extrajeron 100 langostas, apunta para una buena temporada, pero el riesgo de que se bloquee de nuevo es alto.

Desde la tarde del 15 de septiembre decenas de pescadores empezaron a juntarse en el camino que iba a Punta Baja y por donde salen o entran los miembros de la cooperativa Ensenada. Pero no cerraron.

A las 20:00 horas del martes 16 de septiembre los pescadores inconformes continuaban ahí, pero según el comandante de El Rosario Jorge Argud, aún continuaban sin bloquear el paso.