Para José de Jesús Márquez Pérez, la vida en su hogar se ha convertido en un problema los fines de semana, debido a ruidosos y desentonados vecinos que desde los viernes toman la calle Zaragoza entre San Marcos y San Telmo, del Buenaventura de cantina y baño público.
Márquez Pérez, es un hombre mayor, enfermo y harto de la ausencia de reglamentaciones claras y sanciones sobre el ruido de fiestas en zonas habitacionales en Ensenada y el respeto que los vecinos deben tener por sus semejantes.
No son solo las fiestas aclara, es el ruido, el sonido de afuera que no deja estar dentro de la casa propia por ser demasiado alto. Algunas veces empiezan a las 8 de la mañana y no para hasta bien entrada la madrugada y como respuesta si se les pide moderar el sonido, solo hay burlas, insultos y amenazas de muerte.
Cuando se le pide a la policía apoyo, acuden y llegan a bajar el sonido pero en cuanto la patrulla da la vuelta a la calle, el ruido vuelve a sonar igual o mas junto con la burla a quien saben o creen que los denunció.
Márquez Pérez aclara que son cinco los vecinos que hacen fiestas constantes en el lugar y de estos tres son los mas ruidosos.
Dos de ellos están denunciados penalmente ante la Procuraduría de Justicia del Estado, uno por amenazas de muerte, vertidas en su contra semanas atrás.
Don José de Jesús, tiene un extenso archivo, de documentos presentados ante diversas instancias, municipales y estatales, que incluyen sindicatura espectáculos públicos y Procuraduría entre otros.
Tiene grabadas cientos de horas de video muchas de estas ya en poder de las autoridades que prueban sus dichos y que hasta ahora lo único que han logrado es obligar a los vecinos ruidosos a que saquen permiso si hacen fiesta, pero es raro cuando los policías lo exigen.
En este sitio, la música de las bandas sinaloenses, de karaoke cada fin de semana, satura la calle según Márquez.
Ya han asistido al sitio como observadores algunos funcionarios públicos para corroborar lo dicho, sin embargo hasta ahora, la reglamentación sobre vecinos ruidosos no se aplica.
Además aclara el afectado, ya en estado de ebriedad y enfiestados, cuando llega la autoridad, el ataque es siempre contra quien creen que los denunció y no siempre es el mismo. Lo han amenazado de muerte y ha denunciado los hechos ante la PGJE.
A la fecha luego de tres años de lucha, de ir y venir en busca de respuestas y apoyo, esta cansado, un problema cardiaco se le ha recrudecido y sus vecinos, siguen subiendo el volumen, haciendo fiestas y emborrachándose en la calle de forma impune.