El doctor Francisco Enrique Hidalgo Moreno director del Hospital Rural (HRO) IMSS-Prospera número 69 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en colonia Vicente Guerrero, dijo que esta patología es hasta cinco veces más frecuente en las mujeres que en hombres.

Explicó que en el interior de una vena sana se encuentran válvulas pequeñas que cuando se encuentran abiertas, permiten que la sangre sea aspirada por la contracción del corazón, venciendo a la fuerza de gravedad. Cuando dichas válvulas se cierran, impiden que la sangre regrese o baje a las extremidades.

Destacó que cuando las venas pierden elasticidad se ensanchan, dilatan y se vuelven incómodas ya que la sangre se acumula y ejerce presión sobre las paredes de las extremidades inferiores. Las manifestaciones más comunes son dolor, pesadez, picazón, calambres y en fases más avanzadas de la enfermedad, aparecen úlceras venosas, dermatitis o sangrado.

Señaló que existen factores que incrementan el riesgo de desarrollarlas como antecedentes familiares, el tabaquismo, uso prolongado de pastillas anticonceptivas, la vida sedentaria y los embarazos –por eso es más frecuente en mujeres-.

Para aliviar los síntomas, recomendó una serie de medidas tales como utilizar medias de compresión, evitar la exposición al sol durante largas horas, aplicar baños de agua fría en las piernas, evitar permanecer de pie durante mucho tiempo, no usar ropa muy ceñida, caminar, evitar la obesidad y realizar ejercicio, concluyó el director.