Los residentes de esa área solicitaron al Gobierno Municipal que reactive la operación de la comandancia que fue quemada por un grupo de simpatizantes de la alianza de jornaleros el pasado 9 de mayo, pero el fedatario respondió que por el momento no hay recursos económicos para esa obra y que los habitantes deben asumir las consecuencias de los actos.

Bonifacio Martínez, uno de los líderes de la alianza, reconoció el error pero hizo una comparativa con el edificio del centro comunitario de la Nueva San Juan Copala, una obra de unos 100 metros cuadrados construidos que tuvo costo aproximado de 89 mil pesos que juntaron entre los pobladores y que está en perfectas condiciones.

“Cuando habla de volumen de más de 2 millones de pesos se me hace bastante porque yo construyo tres con ese dinero, y mejor de cómo estaba. Si usted nos dice que mañana vengamos a limpiar tenga por seguro que toda la gente, y los jóvenes ayudarán”, sostuvo.

Lo oneroso en este caso, repitió el secretario, es la tecnología que había dentro de la subestación.

“Les voy a decir algo que a lo mejor no saben, de ahí se robaron equipo de monitoreo hacían la zona de Camalú, San Quintín, valuado en 900 mil pesos, y se lo robaron porque no está quemado, estaba en cajas, pero además de radio es inservible, no funciona sin otro equipo, y es valioso”, repitió.

El compromiso fue que tanto el Gobierno Municipal como los pobladores ayudarán en la mejora del inmueble, y para el 2016 buscarán recursos económicos para que opere de manera normal con sistemas de comunicación.

Según Sindicatura Municipal el plan de remodelación no fue incluido este año en el Subsidio para la Seguridad de los Municipio (Subsemun) que de donde se pueden obtener los recursos.