Durante el 2013 el Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit) entregó 3 mil 400 créditos para la compra de casa en Ensenada pero, dos años después, esta cifra descendió a más de la mitad con mil 400 hipotecas.
El delegado de la institución en Baja California, Alejandro Arregui Ibarra, comentó que el modelo de vivienda de interés social cambió a nivel nacional y en el 2016 también se modificó la política pública. Es decir, dar menos hipotecas pero que éstas sean de calidad.
“Es un plan más cualitativo que cuantitativo. Por eso hoy estamos dando menos créditos pero de mayor monto, con mayor derrama económica, mejor ubicación de vivienda, con casas de mayor tamaño”, informó en las oficinas de la delegación Ensenada.
Este año le entramos a la compra de vivienda usada, renta y remodelación, para de esa manera disminuir el porcentaje de desocupación de las viviendas con relación a la anterior administración, dijo el titular.
Nos estamos adaptando a la nueva realidad y circunstancias del mercado de interés social porque el crédito está a disposición del trabajador pero con la variable del subsidio del Gobierno Federal, que antes era de hasta 34 mil pesos, hoy se categoriza dependiendo de dónde se encuentre.
“Si es mejor ubicación, más cerca de los centros de trabajo, mejor es el subsidio que va hasta a 70 mil pesos, por eso lo que hemos hecho es generar condiciones para que el trabajador aumente su capacidad de compra. Que compre con lo mismo una casa mejor”, insistió el delegado.
Hasta noviembre del 2015, a nivel estatal, se han entregado alrededor de 28 mil 500 créditos de los cuales un mínimo porcentaje fue para Ensenada. La proyección en el 2016 es muy similar a este año.
Los créditos hipotecarios varían desde los 400 a los 850 mil directo y arriba del millón y medio de pesos con un cofinanciamiento.
Los antecedentes sobre las casas de interés social en el puerto es que en el 2014 decenas de trabajadores abandonaron las viviendas adquiridas debido a la crisis económica aunado a un serie de inconformidades por la falta de servicios públicos o calidad de la construcción de los domicilios.