Irma Magdalena García Galván de 48 años de edad, empezó a sentirse enferma el pasado 24 de diciembre explicó su abogada.

Esa noche mientras estaba con su familia, presentó un intenso dolor de cabeza que fue arreciando, lo que la obligó en primera instancia a acudir con un médico particular, debido a que el IMSS no estaba laborando para consultas.

Luego de la consulta fue turnada a un neurólogo local, que tras una revisión exhaustiva y varios estudios indicó a la familia de la enferma que debía ser internada de inmediato en el IMSS, de donde es derechohabiente.

El 8 de enero, en la clínica 8 del Seguro Social le informaron que tenía un tumor cerebral y que debían de operarla lo mas pronto posible por lo cual tras una serie de trámites indicaron que traerían de Tijuana el equipo especializado para realizar la cirugía porque mover al paciente era un riesgo.

El equipo fue trasladado de Tijuana y la enferma preparada, pero en el proceso indicaron que la sierra que se usaría para la cirugía estaba dañada por lo cual deberían de operarla en otro sitio.

La sugerencia fue que se trasladara en camión hasta el estado de Sonora, donde podrían operarla a lo que la familia y el médico particular se opusieron porque la enferma conforme corrían los días y el tumor crecía hacían que se agravara su salud, como para soportar un viaje de 12 horas por carretera.

Ante esta situación buscaron otra alternativa, la vía judicial, obteniendo del Juzgado Séptimo de Distrito un amparo, el pasado 2 de febrero del 2016 en el cual fundamentado al derecho a una salud digna les otorgó una suspensión definitiva para que la enferma fuera operada.

El amparo del Juez ordenaba a la Dirección de la Clínica 8 del IMSS, mediante el expediente 25/16 que la enferma fuera operada de forma inmediata fuera en la clínica 8 del IMSS donde es derechohabiente, o en una clínica particular subrogada por el Instituto.

Los Directivos del IMSS en Ensenada se negaron a la operación y a mas de una semana de distancia han incumplido la orden del juez, mientras que la enferma cada día se agrava por el crecimiento del tumor en su cabeza.

Este miércoles sin que mediara información para la familia, la paciente fue subida en una camilla y llevada a la ambulancia para trasladarla a Tijuana.

El esposo que desde que la internaron en la clínica 8 no la ha dejado sola, la acompañó y al llegar a Tijuana, su mujer fue colocada en un pasillo, sobre la misma camilla, ya que le dijeron los médicos que no había una cama donde colocarla y debía espera para ser internada.

El temor de la familia es que la Clínica 8 del IMSS, para evadir la orden del juez haya decidido enviar a la enferma a Tijuana y tampoco en aquella ciudad la operen como debieron hacerlo desde el 2 de febrero.