En Estados Unidos hay un nicho de mercado importante para el atún mexicano aleta amarilla por parte de la población mexicana que radica en ciudades como Los Ángeles, Nueva York y Chicago, informó, Víctor Alonso Ibáñez Esquer, Director de la Secretaría de Pesca (Sepesca) del Estado.
"Ellos tienen gusto y añoranza por los productos mexicanos. Ése sería el mercado porque los norteamericanos no consumen el mismo atún aleta amarilla en la versión que nosotros la enlatamos”, describió.
La Organización Mundial del Comercio (OMC) sigue evaluando la compensación que se dará al Gobierno de México por la afectación negativa que tuvo el etiquetado (Dolphin Safe) en la economía de los atuneros desde los años de 1980 a la fecha.
El funcionario estatal explicó que a los norteamericanos les gustan especies como albacora que es más blanco, mientras que el mexicoamericano extraña tanto la presentación en lata del atún como el color rosa con tonos cafés de la carne de pescado.
“Hay paisanos con poder adquisitivo que pueden consumir, pero falta ver la reacción de Estados Unidos porque no han abierto la frontera ni se sabe si van a dar una compensación sólo reconocen que el etiquetado está mal y que afectó”, refirió.
Del mercado europeo ni hablar, dijo, no les interesa porque a este selecto grupo de consumidores les interesa la presentación con empaquetados plásticos, transparentes con el “lomo del atún” a la vista, detalló Ibáñez Esquer.
Descartó que la última resolución del organismo mundial sea una verdadera victoria para México pues no hay ningún indicio de que se reanuden las exportaciones ni de reparar además el daño económico.
Existe una paradoja porque a pesar de que la OMC emitió una resolución a favor de los industriales nacionales y acepta que se hizo daño a México con la utilización del etiquetado “Dolphin Safe” aún no se puede todavía ingresar producto mexicano al vecino país.
Para las autoridades pesqueras es difícil recuperar lo que hace mucho años se fue de Ensenada, pero hay grandes compañías que posiblemente les interese exportar carne de atún procesada si es que EU lo permite modificando sus reglas.
En su momento, Ensenada era la capital mundial del atún, pero el entorno se ha modificado y hoy de las plantas enlatadoras no queda nada porque emigraron a Mazatlán (Dolores), Manzanillo (Tuny) y Puerto Madero (Herdez), cerca de los centros de consumo.
Ibáñez Esquer informó que de los empresarios pesqueros de aquellos años (1980-2001) solo queda una pequeña flota. Ahora, solo hay tres empresas que se dedican a pescar aleta azul para los ranchos atuneros que son los criados en corrales.