Él, es el menor de dos hijos nacidos en un matrimonio conservador de Ensenada pero debido a su transexualidad sus padres no lo han aceptado, y de ser una tímida niña pasó a ser un hombre con músculos pronunciados, voz grave y barba abundante.
De nacionalidad mexicana y 30 años de edad, platicó con Ensenada Net, lo que ha sido una difícil transición iniciada hace 15 años, cuando comenzó a usar nombres masculinos que coincidieran con su físico con la única intención de sobrellevar las relaciones sociales.
Aunque se desenvuelve en su vida familiar, laboral y social como hombre en el acta de nacimiento sigue siendo mujer.
Fue a partir de los 5 ó 6 años de edad que se dio cuenta de que llevaba un hombre dentro pues le era más sencillo vestirse o expresarse como tal. En secundaria inició el proceso de reasignación de género, a través de orientación psicológica.
“Desde los 15 años me he sometido a diversos tratamientos médicos y farmacológicos, para corregir la falta de correspondencia entre mi identidad biológica externa y mi identidad real”, detalló.
Los tratamientos inyectados se venden en otros estados del país, tienen un costo de 800 pesos que funcionan por casi un mes y se usan de por vida. Algunas de las reacciones secundarias son deficiencia renal, osteoporosis, acné, entre otros daños digestivos.
Uno de los planes a futuro es hacerse la cirugía en Tijuana para extirpar ambos senos cuya intervención tiene un costo de entre 60 y 70 mil pesos, por el momento usa vendas para sujetarlos con fuerza.
El que su acta de nacimiento no coincida con su físico le ha traído problemas serios en su vida diaria porque le han negado los derechos que reciben los demás.
“Hace algunos años fui a pedir informes para sacar una casa a través del Instituto para el Fondo Nacional de la Vivienda (Infonavit) y cuando me pidieron mis papeles me los devolvieron porque dijeron que mi nombre no coincide con mi físico, no puedo tener una casa. En el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) me entregaron una cartilla rota, al momento de dar la fotografía me dijeron en recepción que no entendían por qué el nombre estaba así (sic), y a la hora de la consulta me negaron la entrada que porque mis documentos eran falsos”.
El trabajo que desempeña lo disfrutan y elogian una gran cantidad de personas que sin saber si se trata de un transexual le externan admiración.
“Por años estuve harto de buscar trabajo, me decían que no en todos los lugares hasta que encontré uno. Ahora, si las cosas no se resuelven he pensado en mudarme a otra ciudad como el Distrito Federal o Argentina, porque quiero seguir estudiando y quiero abrir mi negocio, soy de los mejores profesionales del ramo en el que me desempeño”, sostuvo.
Hace unos días un juez ordenó que el ayuntamiento de Ensenada levante una nueva acta de nacimiento por reasignación para la concordancia sexo-genérica, es decir, que le modifiquen nombre y sexo pero esta instrucción ha sido desacatada por el Registro Civil Municipal.
Aunque no suele tener contacto con una comunidad “trans” en el puerto, sí dijo que conocer a otros transexuales que viven en el anonimato pero que sufren por estar encerrados en un cuerpo que ellos sienten que no les corresponde.
Siempre ha sido deportista y lamenta que la sociedad le niegue el derecho a la educación superior, a una vivienda digna y a la salud.
Le quisieron vender en el municipio cambio de identidad
Él, quiso recurrir a un amparo, no obstante, en distintas ocasiones personas allegadas al Registro Civil le ofrecieron modificar sus datos personales -nombre y sexo- de manera ilegal por la cantidad de 100, 80 y hasta 70 mil pesos mil pesos pero además de que no tiene suficientes recursos económicos quiso hacer el trámite de manera oficial pero se lo negaron.