La retención de líquidos se origina cuando por algún motivo el cuerpo es incapaz de eliminar todo el líquido, por lo que la acumulación de agua y sal inflaman los tejidos, lo que no permite que el organismo se mantenga en equilibrio. En ocasiones esta afección es un síntoma de alguna enfermedad cardíaca, hepática o renal.
Con esta advertencia, la doctora Perla Romina Zepeda Menchaca directora de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 13 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en San Quintín, señaló que piernas y pies la presentan con más frecuencia, aunque también puede ocurrir en los brazos, cara y abdomen.
Explicó que las causas abarcan diferentes factores que van desde un padecimiento severo como cáncer hasta algunos tipos de quimioterapia, medicamentos de reemplazo hormonal y para la presión arterial; bajos niveles de proteínas en sangre resultado de una mala nutrición, inactividad y problemas del funcionamiento de riñón, hígado o corazón, ciclo menstrual y trastornos circulatorios.
Puntualizó en los síntomas varían y pueden experimentar inflamación, sensación de pesadez; que la ropa, zapatos y anillos están muy ajustados; menor flexibilidad en las articulaciones de los brazos, piernas, tobillos, muñecas y dedos; piel brillante, tensa o apretada; aumento de peso repentino y reducción en la orina.
Dijo que durante el embarazo también es probable que surja este problema ya que al menos 50 por ciento de las mujeres lo padecen en algún momento, sobre todo durante el tercer trimestre debido a los cambios hormonales que se desarrollan. Si la hinchazón es excesiva, se debe acudir al médico para un diagnóstico y tratamiento.
Es importante, señaló, acudir al médico, le haga saber si presenta dificultad para respirar, dolor torácico, cardiopatía o nefropatía y la hinchazón empeora; también debe informar si hay hinchazón o la piel está enrojecida y fiebre.
Finalmente, recomendó algunos consejos muy importantes para prevenir esta afección reducir la ingesta de sal, realizar ejercicio, aumentar el consumo de frutas y verduras; tomar por lo menos 8 vasos de agua al día, se debe evitar el alcohol, bebidas gaseosas y las grasas saturadas, no se recomienda permanecer durante mucho tiempo sentado y utilizar prendas de vestir muy ajustadas.