Al sentirse en peligro, ella pidió a sus dos hijas adolescentes que buscaran ayuda para traer a la policía o a quien pudieran, porque el sujeto cada vez estaba más agresivo, a lo que ellas obedecieron, quedando dentro del hogar solo Juan Manuel, Karina y su hijo menor.

La mujer traía consigo un celular que el agresor Juan Manuel le exigía, pero como Karina no se lo daba, el agresor siguió reclamando el celular y entonces tomó un cuchillo de la cocina que puso en el pecho de su mujer, amenazándola frente a su hijo. “Dame el puta teléfono o te mato” por lo que la mujer finalmente se lo entregó.

Luego le reclamó “Me has tratado muy mal esta semana” y enseguida le tomó del brazo con fuerza para encerrarla en la recámara, de donde poco antes había salido enojada para dormir en la sala con sus hijas y el sujeto la había seguido.

El agresor sin soltarla la encerró y la puso sobre la cama donde le empezó apretar el cuello con fuerza, usando una llave. Ella tosió, pero luego dejó de moverse y entonces él la soltó.

Con ella inerme sobre la cama, él se cambió de ropa: un pantalón gris, una camiseta negra, unos tenis y una gorra verde para salir.

En la sala se encontró a su hijastro y le dijo: “Tu mamá va a dormir un buen rato” y luego salió de la casa, para echar a andar rumbo al cerro.

Las hijas de Karina en tanto, se habían comunicado al 066, el reporte entró a las 6:28 de la mañana y en 12 minutos, la primera unidad ya había llegado al lugar, a las 6:40.

Cuando las dos hijas de la víctima venían de regreso, acompañadas de su tía, quien vivía a unas cuadras de su casa y a quien habían despertado momentos antes para decirle que Juan Manuel trataba de golpear de nuevo a su mamá, vieron que su padrastro caminaba rumbo al cerro.

Al entrar a la casa descubrieron que su mamá estaba en la cama y ya no se movía. Juan Manuel, había cumplido la amenaza, la había matado.

Al llegar la policía y con la mujer ya muerta, en pocos minutos se dio alerta a otras unidades para que el agresor fuera capturado con la ayuda de los datos proporcionados por los menores, como la identidad y características de vestimenta del agresor.

Uno de los avisados de estos hechos fue el radioperador de la Estación Sur, un policía que tomó los primeros datos de este suceso y vio entrar a las instalaciones a un hombre que pidió hablarles.

El sujeto en cuestión dijo llamarse Juan Manuel “N” y precisó que momentos antes había reñido con su pareja en una casa de la calle Gerona de Villas del Real VII y se le había pasado la mano, que ocupaba una ambulancia de la Cruz Roja para que la revisara.

El policía tenía ya la información de una mujer muerta en una riña conyugal en la misma calle en Villas VII y tenía también un nombre que coincidía con el del sujeto que tenía frente a él, diciendo que “Se le había pasado la mano” por lo que decidió detenerlo en flagrancia.

Esta detención en flagrancia fue cuestionada por el abogado defensor de Juan Manuel, quien pretendió que la detención fuera calificada como ilegal porque aseveraba que los tiempos no coincidían, lo que fue negado por el Juez.

Juan Manuel “N” fue presentado este lunes 26 de septiembre de 2016, en la Audiencia Inicial por flagrancia para ser acusado por el delito de feminicidio.

En la audiencia fueron dados a conocer los testimonios de familiares de la víctima quienes a detalle revelaron los acontecimientos de esa madrugada que derivaron en la muerte de Karina.

Tras escuchar del Agente del Ministerio Público los testimonios que fueron recabados con varios testigos, sumados a los resultados de la autopsia que confirman como causa determinante de la muerte asfixia por estrangulación, el Juez de Control José Luis Castañeda, determinó vincular formalmente a proceso a Juan Manuel “N” por el delito de feminicidio, (doloso).

Con la presunción de ser responsable de este crimen, el sujeto, quien no trabaja, es nativo de Tijuana y su familia vive en Estados Unidos. El agresor quedó internado en la cárcel de Ensenada.

El delito de feminicidio está contemplado en el código penal como grave, por lo que de ser encontrado responsable, la penalidad va de los 20 a los 50 años de cárcel.

El Agente del Ministerio Público solicitó seis meses para ampliar la investigación con pruebas de genética y otros peritajes del lugar de los hechos, además de otros testimonios los que también pretende buscar la defensa.

La siguiente audiencia fue programada para el 26 de marzo del 2017.