Durante el Seminario internacional de Vitivinicultura y Cambio Climático, la Doctora Carolina Salazar Parra, experta en fisiología de frutales en el Instituto de Investigación Agropecuaria INIA Chile, explicó que actualmente trabajan en varios frentes y tienen como base información climatológica de los últimos 80 años de Chile lo que permite modelos matemáticos, simuladores y mapas para anticiparse al gradual incremento de la temperatura.

Se han realizado análisis para ver como ha variado el clima a través de los últimos 80 años, se tienen datos sobre esto y se trabaja para determinar los impactos que ha tenido sobre la producción de vid,

Con esta información se ha logrado observar como ha cambiado el clima y las referencias sobre 25 grados o 30 grados y con esos datos y análisis determinar los efectos sobre la precipitación y poder plantear como afectará a la vid el incremento de temperatura y el déficit de lluvia.

Para Chile el tema es relevante, especialmente si se considera que esta nación sudamericana es el principal productor y exportador de uva de mesa en el mundo.

Uno de los experimentos realizados en Chile, permitió trabajar con paneles de policarbonato que sobre un cultivo de vid, incrementó la temperatura en campo dos grados para una simulación de lo que sería el cambio climático.

En estos experimentos se ha encontrado que con déficit hídrico se ha corroborado que disminuye el tamaño de la baya, para la uva es imprescindible el agua ya que al no tener suficiente, la fruta tiene menor tamaño.

En cuanto a temperatura, los análisis fisiológicos han determinado que la planta responde disminuyendo su capacidad fotosintética y también su rendimiento.

Actualmente la doctora encabeza tres ensayos en tres zonas diferentes de Chile; en Norte, Centro y Centro Sur donde se evalúa Cabernet Sauvignon y Sirah.

En estos años se han hechos evaluaciones repetitivas en la zona, con variaciones climáticas en cada zona, para ver como reaccionan en cada una las mismas variedades.

Al ser Chile el principal productor y exportador de uva de mesa en el mundo, su relevancia económica obliga a anticiparse a lo que pueda provocar el Cambio Climático.

Actualmente lo que están haciendo los productores para solucionar la situación es expandir los cultivos de vid; sus límites para ir al sur, probando variedades.

Los expertos en cambio climático han planteado innovar también en ampliación de fronteras de la vitivinicultura para probar nuevas variedades en zonas que no se cultivaba anteriormente.

Una de las alternativas que han encontrado son coberturas plásticas (invernadero abierto) para los cultivos de vid con el fin de protegerlos de las heladas que en alguna región de Chile se registran en Septiembre.

Esto permitiría a zonas que tradicionalmente no producen uva lo hagan más al sur.

El cambio climático recordó, no es solo perjudicial sino que se puede transformar en experiencia y nuevas expectativas para la viticultura, no solo quitar zonas sino ampliarlas.

Por ahora finalizó lo más importante es prepararse.