El hallazgo se registró el pasado jueves cuando alrededor de 12 alumnos de fotografía con su maestro Enrique Botello, quien además es fotógrafo de prensa, con quien realizaban distintas tomas de paisajes en esa zona que frecuentan al menos dos o tres ocasiones en el semestre.

Botello explicó que cuando estaba cayendo ya el sol, uno de los estudiantes se le acercó y le mostró varias fotos que acababa de tomar en el área.

“Mire profe, parece un cráneo -y le respondí: es un cráneo-”.

Estaba oscureciendo por lo que se acercaron al sitio donde observaron que en efecto era un cráneo humano y muy cerca de él una mandíbula inferior.

En la misma zona hallaron otros huesos largos, y otros más pequeños y poco mas adelante ropa que parecía haber sido acomodada en el lugar, una chamarra y un pantalón que pudieran ser de la persona a quien pertenecía la osamenta.

Los restos estaban a la intemperie, lejos de cualquier árbol, y entre vegetación de pocos centímetros que crece en este campo salado y posiblemente los animales fueron los que movieron en el área los huesos.

Tras el hallazgo se dio aviso a la policía y un buen rato después llegaron policías municipales.

Por la noche personal de servicios periciales se hizo cargo de la escena para recuperar la osamenta.

La PGJE indicó que se desconoce hasta el momento si perteneció a un individuo de sexo masculino o femenino, pero se mantiene abierta una investigación sobre estos restos.