Indigna que mientras en la ciudad los problemas de seguridad se incrementan, decenas de policías se encuentren comisionados en tareas que poco tienen que ver con lo que dice su contrato.

Indigna más el caso de uno en particular, comisionado a ser escolta de Eligio Valencia en otro municipio.

Como en muchos de los problemas cotidianos al político en turno no le preocupa el asunto en si… lo que podría quitarle el sueño es que dicho asunto, el que sea, se ventile públicamente y manche su imagen.

Hace más de un mes que Novelo aceptó que existe un problema y prometió resolverlo pero hasta el momento los avances no se han dado a conocer, están sólo en eso, en la promesa y nada más.

Hace tres años, el entonces recién electo Gilberto Hirata admitió públicamente cuestiones de nepotismo, solo que a diferencia de Novelo, nunca prometió tomar cartas en el asunto y lo cumplió: su administración empezó con las pecatas minutas y todos sabemos en qué terminó.

El hoy alcalde ensenadense empezó a poner orden en diferentes rubros de la administración municipal, pero al parecer, quitarle escoltas a funcionarios que no los merecen o lesionar la relación con el sempiterno líder cetemista sale de sus posibilidades como político.

¿Qué podría pasar? ¿Que pierda el apoyo corporativo del partido aplanadora en una posible candidatura al gobierno del estado? ¿Que los regidores afectados (que hay varios) le pasen la factura en las votaciones al interior del cabildo? De verdad señor alcalde… todo eso es irrelevante y si sus asesores le dicen lo contrario, despídalos y ahorre también esos sueldos.

Los ensenadenses y las calles llenas de baches lo agradecerán.