Alrededor de 1.5 millones de pesos invirtió el Servicio Médico Forense (Semefo) en Ensenada para la compra de un refrigerador que es propio del poder judicial y adaptado, en lo posible, a las necesidades del organismo.
A principios de 2013 el organismo enfrentó una de las peores crisis por sobrepoblación con más de 20 cuerpos de indigentes que por problemas administrativos no podían ser enviados a fosa común.
César Vaca, titular del servicio en Baja California, informó que se trata de un sistema que tiene capacidad para almacenar de 25 a 30 cadáveres, suficiente para la demanda de la ciudad.
“Por lo menos ya no dependemos del Sistema Integral para la Familia (DIF), por lo que tenemos mayor control, además es un equipo de alta tecnología, que además mantiene los cuerpos en buenas condiciones por más tiempo”, detalló el servidor público.
Comentó que hay varios proyectos para el estado porque hay otros municipios que tienen carencias como en Playas de Rosarito donde operan en una funeraria.
“Aquí es donde le daremos prioridad a la inversión”, resaltó.
En Baja California se envían por año alrededor de 600 cadáveres a fosa común, de los cuales el que tiene el mayor número (entre 250 y 300) es Tijuana por el número de migrantes, de ahí le sigue Mexicali.
En Ensenada es mínimo el número de personas que anualmente son remitidos a fosa -unos 50-, no obstante trabajan en mejorar el sistema con la operación de programas de cómputo para capturar información de quienes ingresan, con descripción física, fotografía y huellas.