Para complementar el proyecto y mejorar la visibilidad del cielo en el Observatorio Astronómico Nacional (OAN) los investigadores trabajan en el municipio de Mexicali donde hay que cambiar 65 mil luminarias en su mayoría de la zona urbana que son de vapor de sodio de alta presión.
Fernando Ávila, responsable de la oficina de la Ley del Cielo en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en Baja California, recibió en enero un premio por la Asociación Internacional de Cielos Oscuros -International Dark-Sky Association - (IDA, por sus siglas en inglés) por la defender los cielos oscuros.
Reconoció que la labor hecha hasta el momento por los gobierno es positiva pero no ha desertado del plan porque aún falta regularizar la luz de los establecimientos comerciales, fraccionamiento, espectaculares e incluso la de viviendas.
“Mexicali representa un reto en particular en términos de control de contaminación lumínica”, mencionó.
En 2006 se aprobó la Ley del Cielo, pero en 2015 el gobierno de Gilberto Hirata Chico, por unanimidad, autorizó un área de protección dentro de un radio de 100 kilómetros alrededor de observatorios donde la iluminación pública tiene que ser cálida, es decir, sin efecto dañino a la zona de telescópios.
En una vista desde lo alto de la Sierra de San Pedro Mártir, se puede ver una estela amarilla en la zona de San Felipe y Mexicali, mientras que ésta se atenúa de manera significativa en el parte que representa Ensenada, y sur de California en Estados Unidos.
Una vez que concluyan con Mexicali no dudarán en continuar en otros estados del país como Sonora y Sinaloa que, aunque en menor escala, también interfieren la visibilidad.