Desde el 2014 los gobiernos han invertido unos 100 millones de pesos en la construcción de un gran laboratorio de reproducción de totoaba con la finalidad de repoblar y mantener en equilibrio a la especie.
El principal interesado en recuperar la población es la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Durante la reunión trinacional entre México, Estados Unidos y China, para combate al tráfico y demanda de totoaba, el pasado 23 de agosto,
trascendió que el siguiente paso que dará México será autorizar la pesca deportiva controlada con una cuota por panga donde el permisionario tendrá que documentar la pieza y entregar el buche de la totoaba a las autoridades federales que finalmente serán quienes comercialicen con las piezas.
La manera en que pretenden entrar al mercado es por medio de una subasta donde cualquier comprador del mundo tendrá acceso pagando los impuestos correspondientes.
Se estima que a un kilogramo de buche de totoaba se le puede obtener una utilidad en el mercado negro asiático de hasta 60 mil dólares o hasta un millón de pesos una vez puesto en la mesa del consumidor final, cocinado en sopa, en países orientales.
Para Estados Unidos la totoaba se ha convertido en un serio problema de inseguridad en la garita entre Mexicali y Calexico, pues los criminales pasan producto de forma ilegal para luego transportarlo vía aérea a Asia.
En el caso de México y China hay apenas una decena de grupos organizados que lucran con la distribución de totoaba sin que declaren impuesto a sus gobiernos.
“Los chinos han visto cómo el tráfico de la especie ha hecho ricos a muchos y llegan a tener ganancias finales de hasta 60 mil dólares en un kilogramo, sin duda esto es letal para las finanzas de los gobiernos”.