En fosas clandestinas en las inmediaciones del fraccionamiento El Roble, en la carretera Ojos Negros, localizaron seis cadáveres de los cuales, cuatro fueron hallados el martes y dos más este miércoles.
Información obtenida de familiares y allegados de desaparecidos mencionaron que personal forense los contactó para que acudieran a las oficinas a iniciar con el proceso de identificación de los cuerpos.
Los primeros datos indicaban que se trataba de dos osamentas y dos cuerpos en descomposición. El Servicio Médico Forense (Semefo) les indicó que los cuerpos estaban desnudos.
La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) informó que había iniciado la investigación sobre el hallazgo de osamentas, registrado el 10 y 11 de abril del presente año, en Ensenada.
Según un escueto comunicado, agentes de la Policía Ministerial del Estado ubicaron 6 osamentas enterradas en cuatro puntos de un área despoblada que colinda con el fraccionamiento El Roble.
Como huellas de violencia los restos tenían a simple vista cinta adhesiva en el cráneo y estaban maniatados.
La Procuraduría General de Justicia del Estado continúa con diligencias de investigación para esclarecer estos hechos.
Cabe destacar que en agosto del 2017 fue localizada una narcofosa en la delegación de San Quintín.
A ocho meses de distancia la PGJE no ha dado a conocer resultados o identidades de las seis víctimas que estaban dentro.
Posteriormente el 31 de diciembre del 2017 fue localizada otra narcofosa en Valle de la Trinidad, de las cuales autoridades tardaron en sacar 15 días mientras las familias esperaban en los alrededores para saber si era uno de los 120 desaparecidos que la Asociación Unidos por los desaparecidos de Baja California ha señalado que se tienen en el municipio de Ensenada, 50 en la zona urbana y 70 en San Quintín.
Tampoco de estos se conoce aún la identidad.