Quiero agradecer al señor Gobernador su hospitalidad, su presencia y, al mismo tiempo, de las otras autoridades del gobierno del estado: al señor Alcalde de Ensenada; a los alcaldes de Baja California, que están aquí presentes.

A las y los legisladores Federales que nos acompañan.

A los servidores públicos que están, tanto de los distintos órdenes de Gobierno, que están aquí presentes.

Y, de manera muy especial y muy significativa, a esta representación que hoy aquí converge de la sociedad bajacaliforniana.

Muchísimas gracias por su presencia; gracias por la calidez al recibirme y por su hospitalidad.

Muchísimas gracias.

Les agradezco más cuando, por la hora, deben ya de tener hambre, si es que no comieron antes, que yo creo que no.

Algunos sí, otros no. Prometo ser muy breve, pero muy puntual en lo que les quiero compartir.

Pero les quiero agradecer su paciencia porque sé que llegamos un poco más retrasados de la hora a la que estaba prevista el evento.

Y debo reconocer que el Estado de Baja California, sin duda, señor Gobernador, es el estado que está a la mayor distancia geográfica, en tiempo, de la capital del país.

Y quizá eso ha hecho que en el tiempo, a lo mejor, los presidentes, sin dejar de tener aquí presencia, porque sí he estado en esta entidad, quizá no sea uno de los estados más visitados, quizá por esta distancia; quizá porque al final de cuentas es un estado que está inserto en el progreso, en el desarrollo. Ha estado, también, ajeno a los varios problemas que hemos tenido en otras partes del país, sólo recordando los sismos del año pasado, que ustedes conocieron a través de los medios de comunicación, y que lamentablemente impactaron en otras zonas geográficas de nuestro país.

Pero me da mucho gusto regresar aquí, a Baja California, y más cuando, en el video que acaba de proyectarse y en las palabras de doña Graciela nos hace recordar de forma muy emotiva, sí en un tono de campaña bien distinto al que hoy estamos viviendo, Roberto, o al menos así se proyecta, en un ambiente mucho más festivo, y mucho más cargado de propuestas que descalificaciones.

Porque entonces, recuerdo, que hace seis años, como candidato, prácticamente lo que fui haciendo a lo largo de mi recorrido por la geografía nacional, fue asumir compromisos, hacer postulados de lo que habría de marcar esta Administración, y que en buena medida hemos podido alcanzar, sin dejar de reconocer, también, obviamente los retos y desafíos que están pendientes.

Pero en cada entidad federativa asumí compromisos. En todos los estados del país firmé los compromisos de las obras más apremiantes y que, sin duda, tenía un impacto regional en cada entidad federativa, como fue el caso muy particular de esta desalinizadora que hoy estamos aquí entregando.

Ésta desalinizadora habrá de convertir, una vez que alcance su capacidad mayor de operación, hoy, 250 litros por segundo, pero está ya proyectada y se hicieron ya obras para que, en un siguiente módulo, cuando así se demande y necesite, podrá llegar a 500 litros por segundo.

Y esto, llegando a esta capacidad, la hará ser la desalinizadora más grande de toda América Latina, ese es el impacto y beneficio que tiene la obra que hoy estamos entregando.

Y tiene, también el beneficio, como decía doña Graciela, las buenas cosas poco se dicen, pero cuentan mucho.

Y aquí estoy cumpliendo un compromiso más de los cinco de impacto regional asumí con Baja California, éste fue uno de ellos. Porque garantizar abasto de agua potable para la población que no la tiene y que lo necesita, sin duda, es o tiene un peso muy importante y relevante y trascendental para la vida de miles de habitantes que viven aquí, en Ensenada.

Para quienes tienen agua de manera regular y constante, quizá no sea un tema, pero para la gente que sí la necesita, como es el caso de la población de Ensenada, por supuesto que es un tema de primer orden, de la mayor prioridad y de la mayor relevancia.

Y al entregar esta obra nos hace también dimensionar el reto que tenemos, especialmente, en Baja California.

Por qué el agua que es un recurso vital, indispensable para que los seres humanos podamos vivir, representa un reto mayor en entidades como Baja California.

Porque Baja California tiene una geografía prácticamente desértica; es una región con características desérticas. Es una entidad donde sus mantos acuíferos han sido sobreexplotados, precisamente, ante la necesidad de contar con este recurso vital.

Es y/o tiene la característica de tener el agua extraída, intrusión salina, por obviamente su vecindad o estar ubicada en un litoral, uno de los litorales de nuestra geografía nacional.

Y esta condición muy particular fue la que nos llevó hace seis años, y que aquí el video recoge solo para recordarlo, haberme comprometido a construir una planta desalinizadora aquí, en Ensenada.

Qué tanto va a resolver esta planta la necesidad de agua. De manera bien importante.

Esto significa aumentar en 33 por ciento el abastecimiento de agua para Ensenada, uno de los municipios más poblados de Baja California o el segundo más poblado de Baja California, pero, además, es el municipio que más necesitaba de este recurso.

Y con esta proyección para poder crecer hacia los próximos años en la capacidad de dotar más agua potable a la población.

Aquí, en Baja California, hemos hecho otras obras de infraestructura hídrica, que tanto se necesitan, repito, porque el agua es para, Baja California, una de las necesidades más apremiantes.

Hemos modernizado el sistema de canales de riego del Valle de Mexicali, hemos construido la tercera etapa de la canalización del Arroyo Alamar en Tijuana y la Presa de las Auras en el Municipio de Tecate.

Son parte, por solo hacer mención de algunas de las obras hídricas que hemos construido en este municipio.

Y déjenme todavía darle mayor contexto a uno de las ironías y grandes temas o retos que tenemos como Nación.

En la región Centro-Norte de nuestra geografía nacional vive prácticamente el 77 por ciento de la población de nuestro país, en el Centro-Norte del país y esta región de nuestra geografía apenas tiene un abasto o suficiencia de agua del 33 por ciento del agua que tiene nuestro país.

Donde se concentra el 77 por ciento de la población, tenemos apenas el 33 por ciento de la suficiencia de agua.

Lo que es contrario a lo que pasa en la Región Sur-Sureste de México, donde vive el 23 por ciento de la población total del país, y ahí hay una disposición del 67 por ciento del agua necesaria y disponible en toda la geografía nacional.

Aquí estamos más poblados, con menos agua, y me refiero a la Región Centro-Norte, en el Sur-Sureste tienen más agua potable, tienen más agua o, más bien, tienen el mayor recurso de agua para menor población.

Y eso es lo que nos ha impuesto, sin duda, este reto de seguir planeando, de seguir construyendo infraestructura hídrica, que garantice condiciones de calidad de vida para la población.

Éste es un estado bien rico, con enorme potencial. Es un estado que alberga industria; es un estado que recibe una población migrante cada año, que viene en búsqueda de espacios y de oportunidad para desarrollo personal.

Y es un estado que, en alguna forma, ha podido ir construyendo estos escenarios. Aquí han confluido el esfuerzo del Gobierno de la República, del gobierno del estado, de los cinco gobiernos municipales para ir edificando una mejor entidad, una entidad que está creciendo.

Una entidad y aquí, particularmente, en la zona que nos encontramos que, sin duda, alberga turismo cada año; una zona que, en la ruta de los vinos, que espero alguna vez poder recorrer ya con más calma y de manera más paciente, no lo he podido hacer como Presidente de la República, sí, alguna vez, estuve en uno de los viñedos más antiguos que tiene, precisamente, Baja California, donde tuve oportunidad de conocerlo, pero es una región que atrae una gran cantidad de turistas cada año.

Tiene el avistamiento de la ballena, precisamente, en las costas de aquí, de Ensenada, por sólo mencionar algunos de los grandes atractivos que tiene esta región y este estado de la República.

Y es un estado que es el décimo tercero con mayor población de todo el país. Un estado que ha crecido en el número de habitantes y, en consecuencia, en la demanda de mejores servicios.

Por eso, el Gobierno de la República, no obstante, la distancia geográfica, no obstante, que a veces los habitantes de este estado puedan sentir distancia de las autoridades federales, la verdad, es que aquí estamos.

Lo estamos a través de nuestros delegados federales, lo está en la regularidad con la que, eventualmente, vengo a esta región de nuestra geografía nacional; lo están a través de los Secretarios del Gobierno de la República que visitan con regularidad este estado.

Y, sobre todo, y es lo más importante, lo estamos a través de las obras que hemos edificado, no sólo esta planta que hoy estamos inaugurando, no sólo las otras obras.

Déjenme mencionar algunas que se han hecho.

Aquí, en Tijuana, logramos articular, junto con el gobierno del estado, el Sistema de Transporte Articulado BRT; hemos mejorado la infraestructura vial en la zona metropolitana de Tijuana, Rosarito, Tecate.

En un momento más habré de entregar un tramo carretero completamente ampliado y modernizado de la infraestructura carretera que tiene este estado; un estado muy amplio, de un gran territorio y que, sin duda, se han invertido y se seguirá invirtiendo en infraestructura para ser un estado cada vez más competitivo y que atraiga inversiones y que detone las oportunidades que una población creciente estará demandando hoy y el día de mañana.

Hemos construido nuevas instalaciones educativas, sobre todo, tres nuevas preparatorias, que fueron parte del compromiso que hice hace seis años.

Y, muy pronto, acá, en Tijuana, estaremos inaugurando, este mismo año, el Hospital Materno Infantil, con lo cual habré de concluir los cinco compromisos que hice con este estado.

Y déjenme compartirles que, al inaugurar esta planta desalinizadora, me permite hacer un breve recuento o, por lo menos, puntualizar cuáles han sido las obras hídricas más importantes.

Yo sé que los bajacalifornianos bien lo aquilatan, bien lo consideran, bien le dan valor, porque saben lo importante que es el poder contar con este líquido vital.

Pero, a lo largo de esta Administración, hemos podido superar el suministro de agua potable, alcanzando ya más del 94 por ciento de cobertura en el suministro de agua potable.

Qué significa esto. Que 14 millones más de mexicanos, ahora, que no lo tenían hace seis años, cuentan con el suministro regular de agua potable.

A lo largo de estos seis años hemos construido más de 415 kilómetros de acueductos, cuánto es esto en relación a lo que se había construido anteriormente. 173 por ciento mayor número de kilómetros de acueducto, que los edificados en la Administración anterior.

Superamos la meta de cobertura del tratamiento de aguas residuales, que estaba en poco más de 40 por ciento, y hoy se trata ya el 63 por ciento de las aguas residuales.

Y muy recientemente decretamos 13 reservas de agua, lo que garantiza, en el largo plazo, el equilibrio entre explotación y conservación de nuestros recursos naturales.

Esto es lo que hemos hecho en materia hídrica por sólo puntualizar unos datos, Roberto me dirá: Le falta tanto, Presidente, por mencionar, que llevo ahí al frente de esta dependencia.

Y aquí veía mucha gente de CONAGUA. Que levanten mano, porque hay muchos servidores públicos de CONAGUA, porque sé que aquí están, y saben de las muchas obras que se han edificado aquí, como lo saben sus compañeros, han hecho en toda la geografía nacional.

En esta tapa de la Administración, cuando tenemos ya la elección presidencial y la elección más grande e importante que haya tenido la historia de nuestro país, la historia político-electoral de nuestro país, porque el próximo 1º de julio se va a elegir, no sólo al próximo presidente de la República, sino cargos para el Congreso de la Unión, para las legislaturas locales, para alcaldes, para gobernadores.

Es la elección más grande que hayamos tenido en la historia, sin duda representa un gran reto, para todas las autoridades involucradas, a quienes les corresponde ordenar el procedimiento; a quienes corresponde organizarlo y arbitrarlo; para quienes debemos generar condiciones para que la sociedad se exprese libremente a través de su voto y manifieste su preferencia electoral.

Y el Gobierno de la República, y más su Presidente, el Presidente de la República, como además lo tienen así consignado, todos los servidores públicos de la Administración Público-Federal, deberán conducirse con estricto apego a la legalidad, siendo respetuosos de la libertad de expresión.

Porque no hay proceso electoral que no desate polémica, señalamientos, pero, al final de cuentas, el Gobierno de la República se mantendrá absolutamente respetuoso del proceso, de los candidatos, de sus postulados, de sus dichos, de lo que postulen. Porque, al final de cuentas, se trata de que sea la sociedad mexicana la que defina, a partir de lo que escuche y vea, cuál es la preferencia electoral por la que habrá de optar.

Y al Gobierno de la República le compete en exclusiva ceñirse lo que mandatan nuestras leyes y, al final de cuentas, generar el mejor estado y el mejor ambiente para un proceso electoral ejemplar, libre y en el que la sociedad elija a sus próximos gobernantes.

Amigas y amigos de Baja California:

Yo les agradezco este pequeño espacio de encuentro, con una representación, pequeña representación, pero no por ello, deja de ser bien relevante.

Con esta representación de la sociedad de Baja California, y a través de los medios de comunicación, quiero dejar aquí un saludo a todos los bajacalifornianos; decirles que hemos estado y seguiremos estando cerca de esta entidad; que habremos de concluir a cabalidad los compromisos que asumí con este estado y con su sociedad.

Y que seguiremos trabajando de la mano, de todas las autoridades estatales y municipales para que, en el ejercicio de nuestra responsabilidad, cumplamos de la mejor manera a la tarea que nos fue confiada: la de servirle a la población y de generar condiciones de bienestar para los habitantes de toda la geografía nacional.

Y sí, reitero, es esta etapa y, con ello concluyo, un buen momento para hacer un buen balance, porque no necesariamente todo, y luego por ello me vuelven a señalar de que solo me dedico, no solo me dedico, porque que no lo digo muy seguido, pero sí de repente, la verdad, cuando sólo se dispara contra uno, y a veces poco se reconoce lo que hemos hecho.

Y no el Gobierno, no el Presidente, porque al Presidente le toca orientar, conducir, encauzar, pero al final de cuentas, los logros que tenemos como Nación, son el producto y el fruto del trabajo de toda una sociedad, que ha contribuido a que vayamos generando y escalando condiciones de mayor bienestar.

Y que a veces poco se advierte, sin duda, sin dejar de reconocer, como pasará en las sociedades de toda época de la historia mundial, los retos, los desafíos, los rezagos, las necesidades mayores de cada momento.

Pero, al final de cuentas, sí hemos avanzado y hemos sembrado y hemos aportado un granito de arena, precisamente, para que Baja California y todo el país siga creciendo y siga avanzando.

Hoy, les agradezco a los bajacalifornianos su acompañamiento, su hospitalidad, que invariablemente me dispensaron.

No con ésta me estoy despidiendo, porque espero tener ocasión, señor Gobernador, de regresar a este estado en los cinco meses y medio que restan a esta Administración.

Pero que sea esto ocasión para dejar aquí constancia de gratitud, de reconocimiento y mi cariño, y afecto, para todos los bajacalifornianos.

Muchísimas gracias.

Fuente: Presidencia de la República.