La planta desalinizadora de agua de mar, Aguas de Ensenada, S.A. de C.V. (ADESA), subsidiaria de GS Inima Environment, tiene una capacidad de 250 litros por segundo y se espera que en una segunda etapa genere 500 litros.
El costo total de la obra fue de 882 millones de pesos, de los cuales un 30% fue aportación del gobierno federal y el resto de la iniciativa privada, y se ubica en la calle Pedro Loyola, entre Hierro y Huerta, de la colonia Carlos Pacheco.
Han pasado cuatro años desde que se puso la primera piedra en agosto del 2014, y este lunes el presidente de México Enrique Peña Nieto junto al gobernador, Francisco Vega de Lamadrid, inauguraron la planta.
Con esta cantidad de agua, esperan que por lo menos 98 mil habitantes de Ensenada se beneficien con abasto permanente de agua, es decir, que se se "acabarán los tandeos", trascendió este lunes en el evento oficial.
El Banco de Desarrollo de América del Norte (BDAN) otorgó un crédito por 490 millones de pesos a S.A., empresa que obtuvo la adjudicación de un contrato de prestación de servicios de construcción, operación y transferencia (CPS) con una vigencia de 20 años para la planta.
El costo restante del proyecto fue cubierto con recursos no reembolsables provenientes del Fondo Nacional de Infraestructura (FONADIN) y aportaciones de capital de GS Inima.
Alejandro Hinojosa, director del banco, informó que solo financian proyectos de infraestructura que tienen un beneficio al medio ambiente y la sociedad.
“El agua se necesita, tenemos una comunidad que la ocupa sobretodo con el cambio climático. El método como se construye es importante tener en cuenta el beneficio”, aseguró que revisan parte legal, ambiental y ecológica del proyecto.
El proceso de desalinización se realiza por ósmosis inversa. Se trata de obras de captación de agua de mar, instalaciones de pretratamiento y un sistema de descarga de salmuera al océano, así como un tanque de almacenamiento, planta de bombeo y líneas de conducción para conectar al sistema de distribución de agua de la ciudad.
Parte de la infraestructura fue construida con el fin de prever la necesidad futura de agua debido a la tendencia del crecimiento demográfico en la zona urbana del municipio y facilitar la ampliación de la capacidad de la planta desalinizadora hasta 500 litros por segundo.
Anunció que financiarán la construcción de otras dos plantas desaladoras en Ensenada, una en la delegación de San Quintín y otra más en la Isla de Cedros, aún no tienen un monto aproximado a financiar por ambos proyectos.
CONAGUA
El director de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), Roberto Ramírez de la Parra, mencionó que después de hacer “muchos estudios”, y de poder dictaminar cuál era la fuente más adecuada para poder abastecer a esta zona del territorio nacional, es que determinaron esta fuente.
“Aquí tenemos baja precipitación, aquí no podemos seguir extrayendo el agua del subsuelo porque estamos extrayendo más agua que la que naturalmente se recarga y, entonces, la única alternativa de solución que empieza a visualizarse es precisamente el poder desalar agua”, indicó.