Los más frecuentes son afecciones del tubo neural (DTN), que incluyen la anencefalia, encefalocele y el meningocele, además de espina bífida, y labio con o sin paladar hendido.

Rojo López explicó que el ácido fólico al igual que la vitamina B12 es un compuesto esencial en la prevención de estos padecimientos, además de ciertos tipos de anemia; es considerado también como vitamina B9, 10,11.

Las principales fuentes de ácido fólico son los vegetales de hojas verdes, frutas y jugos cítricos; pan de trigo integral y levadura de cerveza; aunque por concentrar bajos niveles, es recomendable solicitarlo como complemento alimenticio en tabletas en las áreas de Medicina Preventiva.

Indicó que como medida preventiva toda mujer en edad reproductiva debe consumir 400 mcg (0.4mg) de ácido fólico, especialmente durante la etapa periconcepcional, es decir; tres meses previos al embarazo y los tres primeros meses del mismo. De manera terapéutica las mujeres con antecedentes de bebés con alteraciones del tubo neural deben consumir mínimo 4 mg al día, durante los mismos períodos.

Señaló que para el Instituto es de vital importancia la realización de campañas educativas para la salud, así como la dotación suficiente de las dosis necesarias de ácido fólico a embarazadas y a quienes tienen planes de procrear.

Exhortó a las mujeres en edad fértil -entre 12 y 45 años de edad-, a estar conscientes sobre los factores de riesgo y procesos que pueden alterar el curso del embarazo y a mantenerse vigilantes para evitar el contacto con agentes dañinos para su gestación.

El director de la UMF número 39 advirtió a las mujeres de la necesidad de acudir a su UMF con la finalidad de llevar un adecuado control prenatal e identificar oportunamente cualquier anormalidad; debido a que comúnmente acuden a revisión después del primer trimestre del embarazo y en muchas ocasiones hasta el momento del parto, lo que puede significar un severo riesgo en la salud.