Mencionó en su exposición de motivos que, la redacción vigente del artículo 50 fracción IV de dicha Ley, solamente reglamenta el tiempo de anticipación para las sesiones ordinarias, ordenando que sea de 24 horas, pero nada señala en cuanto a las sesiones extraordinarias, no obstante que existen legisladores que residen en otros municipios del Estado y otras comunidades lejanas de esta capital.

Lo que implica la necesidad de establecer un plazo razonable para las citaciones a las sesiones extraordinarias: “lo que debe ser su derecho, pues el citarlos con media hora, una o dos horas como se ha vuelto costumbre, como la citación del día de ayer, se traducen en una violación a los derechos humanos de audiencia, legalidad y seguridad jurídica”.

El legislador subrayó que, lo mismo puede decirse de las citas de la JUCOPO, donde ha imperado la misma costumbre, seguramente porque así conviene a grupos parlamentarios que, sin recato alguno, se valen de cualquier vacío jurídico real, o incluso lo inventan para impedir que los legisladores no afines a sus intereses, participen en una verdadera vida democrática de este Congreso”.

Además, consideró que una citación con una anticipación imposible de cumplir por el tiempo de traslado real entre las diferentes ciudades del Estado hacia este recinto legislativo, conlleva a que los legisladores no puedan asistir.

Por tal motivo, propuso una enmienda al artículo 50 fracción IV, de la Ley que rige a este Congreso, para que quede como sigue: “Citar a sesiones cuando menos con veinticuatro horas de anticipación, salvo el caso de sesiones extraordinarias. En el caso de los diputados que residan fuera del domicilio del Congreso, se les citará sin excepción, con una anticipación mínima de tres horas para quienes residan en los municipios de Tecate, cuatro para Tijuana y Playas de Rosarito y seis para Ensenada.”