Por medio de un oficio y tras doce años de operación, la austeridad republicana alcanza a la Casa de la Cultura de Jurídica de Ensenada que ha sido condenada a desaparecer.
Ubicada en la calle Tercera y Ryerson el edificio, cuenta con la biblioteca más completa en materia jurídica, con 21 mil tomos con información especializada, además de una sala donde se han realizado desde su creación en el 2007 múltiples diplomados, cursos, talleres y conferencias con expertos.
Entrevistado en el lugar, Ricardo Ávalos confirmó esta decisión la cual les fue notificada apenas el 5 de agosto mediante un oficio en el cual se informa que la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó cancelas la operación y funcionamiento de la casa dela Cultura Jurídica ubicada en Ensenada Baja California.
Explicó que este cierre si generará una afectación a la comunidad en general, porque como recinto que la suprema corte abrió para la difusión de la cultura jurídica y jurisdiccional se perderán los servicios que se ofrecía a los abogados y público en general.
Uno de estos espacios es la bioblioteca que tiene un acervo de más de 21 mil ejemplares a disposición del público en general. El préstamo es en sala, totalmente gratuito, son libros en derecho y también hay obras de clásicos de la literatura y otros de alguna manera están enfocadas a los niños para fomentar la cultura de la legalidad.
Esta biblioteca apuntó, beneficia no solo a miembros del poder judicial, sino también estudiantes, catedráticos, investigadores, gente que en determinados momentos requería información especializada en derecho.
Esto, sin dejar mencionar que aproximadamente se atienden a 3 mil usuarios al año, sólo en la biblioteca.
Hay otra área de servicio que es el programa de grupos vulnerables, niños, niñas, adolescentes y adultos mayores donde se va a las escuelas o se dan una serie de pláticas en las cuales se difunden los derechos humanos o los derechos de los niños. Desde que inició este programa son más de 8 mil 200 personas que fueron beneficiadas con ellos.
Además están los diplomados, seminarios, conferencias, charlas de sobre mesa, cine debates, todos orientados a la difusión de los derechos humanos y en ese caso en un periodo por ejemplo del 2009 al 2018 se atendieron más de 41 mil personas y del 2013 a 2018 38 mil asistieron a nuestros eventos.
“Los mexicanos tenemos derecho al acceso a la información y la cultura y es un compromiso muy fuerte por lo que si se suprimen estos recintos se niega este derecho, es una política de regresividad, cuando los derechos humanos siempre y en todo momento con fundamento en la Constitución deben analizarse con un principio de progresividad, es decir, derecho adquirido es derecho que no puedes quitar”.
La notificación del cierre la realizó un actuario que vino de la Suprema Corte desde México al que se le cuestionó si había un documento oficial de cierre o un decreto y me dijo, pues hay un oficio ni se ha publicado el oficio ni dado a conocer a la comunidad que en realidad es la afectada.
Hasta ahora saben que el edificio que es propiedad de la Suprema Corte dejará de operar pero no saben cual será su destino y el de los libros que alberga este espacio.