Se llamaba Jesús Ramón Flores Sánchez y tenía apenas 28 años de edad. Tenía una hija de tres años, era universitario y trabajaba en la empresa Baja Corp dentro del recinto Portuario.
El pasado 23 de enero viajaba en bicicleta y sobre la calle Séptima y Ryerson, casi frente a la casa del Presidente Municipal de Ensenada le dispararon desde una Cherokee de color azul y lo mataron.
Los presuntos asesinos emprendieron la huida, sin pensar que había varios testigos de su crimen incluyendo cámaras de vigilancia y el contacto inmediato con la policía de un guardaespaldas del alcalde que alcanzó a escuchar el disparo, caer la bicicleta y una Cherokee de color azul que a toda velocidad se alejaba del sitio. Pocos minutos más tarde en el Sauzal los presuntos asesinos fueron detenidos.
Todos estos datos fueron vertidos el sábado en la primera audiencia sobre este crimen con el número único de caso 01-2020-01163, donde los dos presuntos asesinos escucharon primero el intento de su abogado defensor particular Rubén Arenivar, de que su detención fuera declarada ilegal porque aseveraba que la persecución de sus clientes se vio interrumpida y no había datos de al menos once minutos de la misma.
Sin embargo, el Juez de Control confirmó que la detención era legal, por lo que se procedió a la formulación de imputación de la fiscalía por el delito de Homicidio Calificado con Premeditación, Alevosía y Ventaja.
Dentro de los testimonios que se dieron a conocer en la audiencia, se reveló que la víctima era el menor de cinco hermanos y había nacido en 1991.
El día de su muerte se dirigía al trabajo al recinto portuario donde era analista de monitores y cámaras de vigilancia, cuando sus asesinos lo alcanzaron y desde la Cherokee en movimiento le dispararon en seis ocasiones, el mismo número de casquillos que localizaron en la escena.
Los disparos que recibió le penetraron Tórax y abdomen causándole la muerte.
A las 6:42 de la mañana, mientras disparaban una pistola Glock calibre 45, testigos alcanzaron a observar que quien lo atacaba vestía ropa de color oscuro y se movían rumbo a la calle López Mateos.
Menos de 20 minutos después a las 7:01 fueron detenidos por una patrulla de la policía municipal en la delegación El Sauzal, en la calle 20 de noviembre y Primera.
Uno de los asesinos traía pantalón de mezclilla y sudadera negra, otro mezclilla y arriba cuadros.
Al revisar la unidad encontraron en el piso tirada una pistola Glock con el cargador puesto.
En los peritajes la ropa que traían resultó positiva en la prueba de rodizonato.
Ambos fueron imputados formalmente por el delito de homicidio calificado por premeditación, alevosía y ventaja en coautoría.
El miércoles 29 de enero por la mañana podría formalizarse la vinculación a proceso.