La Food and Drug Administration (FDA) de EEUU anunció que va a requerir a la industria de alimentos la eliminación total de las grasas trans, que son aceites parcialmente hidrogenados, un tipo de grasas, que fueron omnipresentes en la dieta estadounidense en alimentos como repostería y comida frita.
Ahora, consciente de sus efectos perjudiciales para la salud, la FDA se está deshaciendo de ellas. Estas grasas son las causantes de 20,000 ataques cardiacos y 7,000 muertes cada año.
Las grasas trans se crean cuando se agrega hidrógeno al aceite vegetal para hacerlo más sólido, para mejorar la textura, el sabor y la duración de los productos, como en el caso de la corteza de los pasteles y en los glaseados para mantener su consistencia.
Muchas empresas norteamericanas ya dejaron de utilizar las grasas trans, alentadas por las nuevas etiquetas nutricionales introducidas por la FDA en 2006 y por una creciente lista de leyes locales, como una en la ciudad de Nueva York que las prohíbe.
En 2011, Wal-Mart prometió retirar para 2016 todas las grasas artificiales insaturadas de los alimentos que vende, las escuelas ya prohíben que se sirvan en sus cafeterías.
Otros países como Suiza y Dinamarca se han sumados a este esfuerzo, promulgado estrictas leyes para regular el uso de este tipo de grasas, sin embargo, en México, de acuerdo con la información que obtuve de la SAGARPA “… no existe ninguna ley que obligue a las empresas a informar en sus etiquetas si sus productos alimenticios contienen grasas trans”.
Considero que como sociedad debemos exigir a la autoridad competente, la vigilancia y eventualmente la prohibición de este tipo de grasas tan dañinas para nuestra salud.