El 5 de noviembre del año pasado, en Washington EEUU, se votó en contra de la iniciativa 522, iniciativa en la que se solicitaba la identificación obligatoria de los alimentos modificados genéticamente; fue una victoria para la Asociación de Fabricantes de Alimentos (Grocery Manufacturers Association), fundada en 1908 con sede en Washington D.C., esta asociación representa a las marcas multi-nacionales más importantes del mundo en comida y bebida.
Mientras que no se exige etiqueta informativa para los transgénicos, la certificación ecológica va en aumento, de ahí que a Organic Monitor, una empresa especializada en la investigación del mercado de productos sostenibles, se le augure un notable crecimiento en la venta de alimentos ecológicos durante los próximos años. Los alimentos que en su etiqueta garantizan que no contienen materias primas modificadas genéticamente, también están experimentando un notable crecimiento, actualmente más de 5.000 productos incluyen este mensaje en su etiqueta.
Evidentemente, en esto se han fijado algunas empresas, un ejemplo es la cadena Aldi que cuenta con más de 1,300 establecimientos en Alemania, quien ha lanzado una nueva marca denominada SimplyNature en la que se ofrecen productos alimenticios a buen precio, en ellos aparece un mensaje en la etiqueta indicando que se han elaborado con ingredientes naturales u orgánicos. En esta nueva línea de productos se incluyen cereales, miel, salsas, pizzas, aperitivos, snacks, etc., Aldi declara que trata de ofrecer opciones saludables a sus clientes a precios competitivos, algo que hace posible mantener un estilo de vida saludable. Afortunadamente Aldi no es la única que quiere sacar partido con esta tendencia; otras cadenas como Trader Joes o Whole Foods, de nuestro vecino del norte, ya han empezado a introducir alimentos etiquetados como libres de materias primas transgénicas, afirmando que la mayoría de los productos de su propia marca están libres de ingredientes modificados genéticamente (80%), y que también las marcas que ofrecen de otras compañías, están libres de transgénicos.
Ya es hora de que las empresas mexicanas se sumen a este movimiento en favor de la seguridad alimentaria de la sociedad.