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Viaje alrededor de la península

1897... un relato de minas, minería y minerales

  
Nota publicada el 22 de enero de 2015
por Rafael González Bartrina

En el ejemplar Número 9 del Jornal de Minería y Metalúrgica con fecha 1 de agosto de 1897, publicado en Los Ángeles California encontré un artículo que a continuación comento:

En la más reciente junta oficial del Club Internacional, en San Diego, California don Manuel Riveroll de Ensenada, Baja california dio lectura a un valioso escrito que describe los recursos naturales de la península de Baja California. En lo que corresponde a minas, minería y minerales sobresale lo siguiente:

La península de Baja California se localiza entre los paralelos 22:53 y 33:42 norte. La limitante es con la frontera en San Diego, tiene una población de algo más de 30,000.

Para dar una idea general de la riqueza de la península, el señor Riveroll invito a su auditorio a que se embarcaran con él, en un viaje mental que iniciaba en la línea fronteriza con el llamado en aquel tiempo el Rancho de Tía Juana y siguiendo hacia el sur por la costa hasta llegar al extremo sur, a Cabo San lucas y regresando, hacia el norte por la costa del Golfo de Cortez y las montañas, hasta llegar nuevamente al punto de partida en el rancho de Tía Juana.

Iniciando el recorrido con dirección a Ensenada, cruzando los valles de Tia Juana, El Carrizo, Las Palmas, Vallecitos, El hermoso y fértil valle de Guadalupe y San Antonio. “No ha habido grandes descubrimientos de minerales en esta zona”, decía Riveroll.

Pasando por Ensenada y San Carlos, y los valles de: Maneadero, Punta Banda, La Grulla, Santo Tomas, San Vicente y San Antonio del Mar.

Cerca de San Vicente y hasta las costas de San Ysidro (hoy Erendida) y varias minas como la Tepustete Constancia muy ricas en hierro. Las venas de este metal muy abundantes y con bastante cercanía al lugar de embarque. En las cercanías de San Vicente y San Ysidro existen minas de cobre.

El señor Harry Johnson se encontraba explotando algunos, muy buenos, placeres en El Socorro, donde había escavado una zanja de 18 millas de longitud (29 kilómetros) anticipando magnificas utilidades.

Sigue el recorrido a través de los valles de Colnett, Camalu, San Quintín, Santa María, Pasando por los placeres de El Tule, las canteras de ónix en El mármol y la mina de cobre de San Fernando.

En San Quintín se encuentran las salinas que llevan el mismo nombre.

El siguiente lugar que el señor Riveroll menciona es Calmalli, que para llegar ahí, hay que cruzar grandes tramos de tierras desérticas que hacen que el camino sea tortuoso y difícil, sin embargo, en este lugar se localizan mantos de gran variedad de minerales; sobresaliendo entre ellos, mármol, ónix, oro y plata. En el poblado de Calmalli se encuentra el campo minero de la Compañía Minera Ybarra, donde se han invertido cientos de miles de dólares y que ha redituado con la producción de grandes cantidades de oro.

Continuando hacia el sur, y no muy distante de Calmalli, se encuentra la bahía de san Bartolomé en la costa del Océano Pacifico y los grandes depósitos de sal de la laguna de Ojo de Liebre, que tiene más de 6 millas, (10 kilómetros ) de longitud por 2 millas (3.2 kilómetros) de ancho.

En este relato, el sr. Riveroll no detalla más lugares al sur de la península, sino que enseguida menciona cuando se inicia el retorno, partiendo de San José del Cabo con dirección a La Paz. Menciona el poblado de El Triunfo y la famosa mina de plata y el molino que datan de 1862.

En la Isla de El Carmen, en el golfo, existen camas de sal que se antojan inagotables.

De La Paz a Santa Rosalía se pasa por Loreto, un pequeño puerto, pero el más antiguo. En este lugar se estableció la primera capital del territorio. A corta distancia se localiza la mina de cobre El Sauce.

Al arribar a Santa Rosalía uno encuentra el vasto campo minero y del molino de El Boleo, propiedad de una compañía francesa cuyas instalaciones sería difícil de mejorar, y que representan la inversión de varios millones de francos y que emplea a personal en exceso a los 3,00 trabajadores. En su puerto se aprecian buques internacionales y mexicanos tanto de vela como de vapor que transportan el preciado mineral a distintas y variadas partes del mundo. A menos de 24 kilómetros de Santa Rosalía, están los yacimientos del cañón de Santa María y a unos 30 kilómetros, en La Reforma hay otros yacimientos, estos de plomo, con una alta concentración natural.

La Isla de San Marcos, frente a las costas de Santa Rosalía contiene unos yacimientos muy grandes y bastante abundantes de yeso. Este material es apto para la fabricación de fertilizantes y para material de construcción.

El recorrido sigue, ahora, tierra adentro, hasta pasar por los terrenos misionales de San Ignacio, Santa Gertrudis y San Borja; continuando al rancho San Regis. Todas estas zonas, casi deshabitadas ´por completo, sin embargo abundantes en prospectos mineros que prometen potenciales de producción.

En las cercanías de Bahía de Los Ángeles hay una serie de minas, San Juan, Santa Martha, Las flores, entre otras muchas que producen grandes cantidades de minerales preciosos. No lejos, por el lado de la costa se encuentran las minas de San Francisquito. En las cercanías se localizan algunas camas de Bauxita.

El recorrido llega a El Valle de Santa Clara y a los minerales de El Álamo. Hay, allí, bastantes minas en producción con variados resultados en el grado de pureza de oro. Se encuentran cinco centros de reducción y molienda.

En el Valle de San Rafael se encuentra abundante suministro de agua que da gran fertilidad a la tierra. Es en este lugar donde se dio de la gran explotación de los años 1870-1880 y en sus cercanías esta Jacalitos con tres reducciones y una media docena de minas, de poca producción más sin embargo de alto contenido de oro en su mineral, hecho que las hace bastante redituables. Si se hace el proyecto de canalizar el agua a las zonas mineras y generar energía eléctrica este lugar alberga gran potencial.

Siguen los muy bonitos valles de San Faustino, San Juan de Dios, El Compadre, La hechicera, Neji, Las Juntas, Tecate, San Ysidro y Rock Springs antes de llegar de regreso al rancho de Tía Juana.

Concluía don Manuel Riveroll haciendo una recapitulación sobre los recursos mineros que se encontraban en la península de Baja California: oro, plata, cobre, plomo, hierro, mármol, ónix, sal, sulfuro, bauxita y nitrato. Recalco la importancia de la producción minera de plata en El Triunfo y la de cobre en El Boleo, la más importante del mundo. El éxito de la compañía minera Ybarra en Calmalli, los potenciales campos mineros de San Francisquito, El Álamo, Jacalitos y los prometedores placeres de El Socorro, Valladares, El Tule y Juárez..

Han pasado cerca de 120 años desde ese informe que rindió Riveroll. Mucha riqueza se extrajo de las entrañas bajacalifornianas en ese espacio de tiempo. En algunas partes el mineral se agotó o se escondió, en algunas otras se descubrió. Hoy en día los recursos mineros se explotan en forma distinta. Sin embargo la realidad de esa riqueza es indiscutible.

Hay un adagio minero que refiere que se requiere de una mina de oro para explotar una mina de oro. Es, esa, tal vez, la razón de que son las grandes compañías algunas de ellas extranjeras, las que en la actualidad explotan y explotan nuestros recursos.

Rafael González Bartrina. Rafael González y Bartrina. Miembro del Seminario de Historia de Baja California y del Consejo de Administración del Museo de Historia de Ensenada A. C. rafaelgonzalezbartrina@gmail.com
 
 

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