Tipo de Cambio
Compra
Venta
19/04/2024
$16.15
$16.60

Xalkutaat

Cuentos paipai

  
Nota publicada el 20 de noviembre de 2015
por Manuel Sánchez

Uno de los cuentos más conocido entre los paipai de Santa Catarina es el de Xalkutat. Cuenta la historia de un monstruo que vivía en una cueva, aterrorizando a la población y atacando a quien se acercara. Alguien lo pudo provocar, sacándolo de su cueva y llevándoselo lejos, pero nadie sabe exactamente si lo mató o qué pasó con él.

Como cualquier tradición oral, el relato cambia en ciertas partes cada vez que es contado. No obstante, hay partes que son constantes. En realidad, para intentar saber la historia completa, uno tendría que escuchar el cuento desde cada uno de los miembros de la comunidad. Como ese tipo de investigación requeriría muchos recursos, les dejo a continuación sólo dos versiones. La primera, relatado por el señor Benito Peralta, fue un paipai que vivió en la comunidad de Santa Catarina, dedicado a compartir al mundo el conocimiento paipai. La segunda versión proviene de Daria Mariscal Aguilar, una de las artesanas-alfareras que aún vive en la comunidad, con conocimientos de la lengua paipai y ko’al. Ella nos cuenta, en el video que aparece en la parte superior, el cuento de este monstruo mítico.

Les sugiero lean primero la historia y luego vean el video, y traten de identificar las diferencias. ¿qué tanto cambia? ¿qué se mantiene? ¿qué agrega cada cuenta-cuentos?

XALKUTAAT

Por Benito Peralta

Hace muchos años, en esta tierra, a la que llama Xakitubxool (agua ruidosa), habitaba un terrible animal. Nadie sabía qué clase de animal era, pero lo llamaban Xalkutaat. Si alguna persona o cualquier animal se acercaba, se lo tragaba. Nada ni nadie se acercaba a estas tierras.

Un día, en la región de San Pablo surgió un muchacho que, además de ser muy veloz, tenía fama de buen tirador con arco y flecha. Ese muchacho pensó en venir a matar a Xalkutaat y se lo dijo a sus compañeros.

–¿Qué te pasa?– le dijeron –¿te volviste loco o qué? Estás pensando algo peligroso; quieres arrimarte a un animal terrible, te va a matar.

Pero el muchacho no hizo caso de los consejos, pues confiaba en su gran velocidad y puntería. Como además de valiente era caprichoso, haciendo caso omiso de las advertencias, se vino a hacerle guerra a Xalkutaat. Llegó a estas tierras y anduvo asomándose al gran arroyo, el viento del Norte soplaba con fuerza. De repente, se divisó al animal que estaba acostado tomando el sol y bien dormido.

Al verlo, aprovechando que por el viento no lo olfateaba, se acomodó y prendió fuego para calentar la punta de la flecha. Cuando estuvo caliente, la acomodó nuevamente en la flecha. Después tensó su arco y apuntó hacia Xalkutaat. Como era un gran tirador, disparó la flecha haciendo blanco en las costillas del monstruo y lo aventó al agua.

Cumplido su propósito, el muchacho empezó a correr. Como era muy veloz, avanzó pronto una gran distancia. Cuando ya iba lejos miró hacia atrás y vio una gran bola de lumbre dirigirse hacia donde sale el sol.

Siguió su huida, pero más adelante volvió a mirar y vio que la bola de fuego se dirigía al norte. Continuó corriendo, y al volver a voltear, vio la bola de fuego dirigirse hacia donde se oculta el sol. La gente dice que la bola de lumbre era la lengua de Xalkutaat. Por último, al dirigirse la bola de fuego en dirección a la ruta del muchacho, lo alcanzó en el lugar que conocemos como El aguaje del conejo.

El muchacho escapó y llegó a su tierra. Dijo a su gente que había matado a Xalkutaat. Nadie sabe si en realidad murió o pasó a otras tierras. La cueva de Xalkutaat, el lugar donde dormía y las piedras en las que molía los huesos de sus víctimas aún están aquí. Pero el animal desapareció para siempre.

Hoy todos vivimos aquí y bebemos agua del arroyo. El monstruo no ha vuelto a salir. Pero aún se conserva su cueva.

**

A continuación les transcribo la versión del cuento en paipai. En la fuente de donde pude obtener este texto no hay referencia a cómo debe ser leído, pero se puede concluir que la “z” es el sonido fricativo retroflejo sordo y que el apóstrofe ’ es para el cierre glotal. Cabe recordar que la lengua aún no tiene una forma de escritura normalizada, aun no se han establecido las reglas ortográficas.

**

XAL’KUTAAT en paipai

Mat kuruliy chapayt kixkech knaba. Mat kuruliy mat yak yoyak, chipay zit yak kuk ichte he, chipay ha kab’ik zichu ha mikay zpotem yuso xalkutaat ib.

Payh yal ñubxiñkum ñelq, chipay yañkzal yalñubxiñkum ñelq, yuh yakuam pa kabyuchliy yak tixipee tem kuk ichtehe.

Yum yoso ñam zit kyom, payh yak ñbok kurrum ñmat kyak kuk Sampabl i kukuach ñuk, zit kuak wazib paxmari kiam mirmir chuk xpu qrrorq kum, paraub chuy, yiug chupay ha xuayaa hik, yum pa xkayi ulpuy kamiuh miu waympem o kamiu me, m’amt chapayt qilieb wanumzib, chapay bumcheb ik yom mizieeh mik, im pem ik, yiug nax hik xuayaak chipay ha nax hik, yus mat chiamay parau ha, kiam mirmir ha.

Yuk ñuk chpak kuk iteh me, ich eb tem, tlak ebm yuka.

Yuk chpak ñiug, xpu qroq iko ka, yiug yak vak xay yak yak kum chichamay k’am, zmee k’am, ñaal xyiug kuayim yuk, amtik xaam k’ite, chipay hay ñaam wik zmaa kyakum, sakuak ñ’uk sak o’otuk, kuauach ha tarruy pam bal ha, tarruy ñunuk wak ruy ñubluiy yum, pa hak ñitublich uyom kuk ite he.

Yus kiam mirmirb chuk mirmirum chubozooyak kyaa chubrar xa hal xuil, xa hal ñxuil ñumbiluichk im, paraub chuk ñu kiak kurrum nyam chkuek makil xaam, o’o xuat chun yam zypu ku ite, na chpaak yam zyup, pay nkyuch, mak rab ñyam chkueki, ñchkuekkum ñaak yam zyupum xaam o’o kxuaat kuliy hay xuat bumriy bumriy ik, kyuch ñyamum mak rab ñyam tkueek ñichkuekim, ñaxabuyam ñizyup ku i, payh ñ’ik chipay ha yimpali ib k’ite, o’o ulik xuat bumpelk bumpelk ih.

Ñikakuach yamuham ñbamik kxaab kuk iteh me, xlo ñxa ik matzich yak yo yak, xa yau sak yom ñisak ñbamum kxaab, ñikxabum paxmiy kual kumñou kyami, yelpi, miskua purrih, lox sak poq, o’o hay sak amk tkueek, sayh ñikyuch chpamik, yum ñapay ñsak chipayha yimpali ñisaak wil chu nsak v’om k’in sak ñapay tkuek kuk ite he.

Paxmar hay chpamk ñua ñmat vam knab.

Chipay ha nax ik, yuso chipay hay pi kabyu o mat xkay kixkee kabyu mkay zpo tem.

Ñukyok chipay chyaak tchoq mau chu ich wiyy chupsol ñu kuak ñuachuk, ñukyok, yakuy kuach hak yoy, yak ñam wi kiakuy wiyh kinyulk kyak, ñisak yakum kyaa tkuan kuk ichte he. Yum vam chipay hay mikam xab ñul ichem o pik ñul ichem kabñyum, vaam pay xa ya bkap ik siib ya kuak unuu. Chipay ñikak am ñkak chpaytem, kos mkay zpo tem, pi kabyu o mat xkaay kixkee kabyu ya mikauliy zpo tem.

yus ñuay ñukyoul tieb, xayakuy ñukyak, wi ksol hay ñukua chek.

Aspuk, aspuk.

Peralta, B. (2002) Relatos pai pai. Kuriut’ trab pai pai. México: CONACULTA. (1ra reimpresión) pp.67-71.

Lamentablemente el libro se encuentra agotado en las librerías Educal. No obstante, en la biblioteca del INAH-Ensenada se puede encontrar una copia de este y otros cuentos paipai.

El video es producto de INAH-Ensenada.

Manuel Sánchez. Licenciado en Sociología y Ciencias de la Comunicación UABC. Maestro en Lingüística por la UNISON. manuel.wortens@gmail.com.
 
 

Regresar  Imprimir Enviar por email

Derechos Reservados 2024. Queda prohibida la reproducción total o parcial de la nota sin la autorización previa y por escrito de Ensenada Net.

 
|
| Ensenada.net es presentado por : TDM