Y este martes, sin previo aviso, Francisco Rueda Gómez, secretario General de Gobierno, concretó uno de los movimientos. Sí. Arturo Alvarado González dejó la dirección de la CESPE en manos de Carlos Loyola Peterson.

Este último, candidato del PAN a la alcaldía ensenadense en las pasadas elecciones locales, apenas regresó de unas vacaciones por el extremo Sur de la península para asumir la dirección de la complicada descentralizada del gobierno estatal.

Que la instrucción del cambio, se dijo, salió del mismísimo gobernador, Francisco Vega de la Madrid. Obvio. Lo mismo que los reacomodos en otras aéreas de su gobierno y que, se adelantó, no tardan en ocurrir.

Arturo Alvarado González no deja la administración estatal. Si en Ensenada hay alguien cercano al mandatario bajacaliforniano, es precisamente el ahora ex director de la CESPE. Por eso su arribo a otra encomienda es inminente.

Pero el cambio era obligado, necesario. Imparable. La CESPE ocupaba de un nuevo director, Alvarado González de otra tarea de menos desgaste y Loyola Peterson de reintegrarse a la chamba tras su descalabro político.

Loyola, por cierto, sabe de los terrenos que ahora pisa. Ya los conoce. Ya los tanteo hace varios años. Está obligado por lo mismo a la entrega de resultados. De buenos y prontos resultados.

En tanto se aproximan otros cambios. Ya los filtraron. No tardan.

Según uno de sus más cercanos colaboradores, Gilberto Hirata Chico será el próximo candidato del PRI a la gubernatura estatal. Sí. Y que apenas concluya su mandato constitucional asumirá el cargo de delegado en Baja California de importante e influyente dependencia federal.

El declarante sostuvo que tras los resultados que dejaron para el priismo de la entidad las elecciones locales, Hirata Chico se convierte en el “candidato natural” para ir en pos de la gubernatura. Nadie como él, dijo en referencia el munícipe ensenadense, le ha entregado mejores dividendos al Revolucionario Institucional en procesos electorales.

Y recordó el triunfo histórico de Hirata en las elecciones locales de 2013, en donde superó por mucho una alianza entre PAN y PRD y el llamado efecto “Pelayo”.

“Nadie, ningún candidato a la presidencia municipal de Ensenada del partido que sea, ha obtenido más votos a favor que los logrados por el maestro Gilberto Hirata en esas elecciones (2013)”, comentó.

Aseguró además que el reciente triunfo del PRI aquí, en donde Marco Antonio Novelo emergió como presidente municipal electo de Ensenada, no se hubiera logrado sin la influencia de Hirata.

“Me gustaría conocer a otro priista, del municipio que sea, que considere tener mayores merecimientos que el maestro Gilberto Hirata Chico para buscar la gubernatura estatal en las elecciones de 2021”, concluyó de manera retadora el informante.