Rodríguez Hernández declaró que producto de este brote las cadenas distribuidoras de tomate fresco han limitado sus compras, así como su respectiva distribución y venta a los consumidores finales que es la población de los Estados Unidos como una alerta de carácter preventivo de la FDA y el Center for Disease Control (CDS).

Resaltó que no se ha prohibido ni restringido por el momento la exportación de tomate mexicano al vecino país, sin embargo, las cadenas distribuidoras de tomate “Roma” de origen mexicano han limitado sus pedidos a la mayoría de los productores de México, incluyendo a los de Baja California.

Indicó que esta medida se sustenta en que el Estado de Baja California, especialmente en la zona de San Quintín, no iniciaba la cosecha en el momento de detectarse dicho vector en los cargamentos enviados del país, por lo que se cuenta con la seguridad que tal problema no es provocado por los productores de tomate de la región.

Agregó que las empresas productoras de tomate están debidamente certificadas en lo relativo a la sanidad vegetal e inocuidad alimentaria, aunado a que la mayoría del producto se encuentra generado bajo agricultura protegida, malla sombra e invernadero, comparativamente con otros países y otras regiones de nuestra nación.

En respuesta a la gestión con el Gobierno Federal, se ha enviado una fuerza de tarea del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) con el fin de verificar el posicionamiento del Estado en relación a excluir a Baja California como sospechoso del origen de la presencia de Salmonella en los tomates producidos en el Valle de San Quintín.

Para cabildear lo anterior, se han sostenido reuniones con la directiva del Sistema Producto Tomate, con el Comité Estatal de Sanidad Vegetal en Baja California y con autoridades federales y estatales de SAGARPA, con el fin de evitar la afectación de este subsector productivo, que genera más de 30 mil empleos al año y una importante derrama económica.