Octubre es el mes dedicado a la concientización del cáncer de mama, una campaña global que busca promover la detección temprana, mejorar el acceso a tratamientos y aumentar la tasa de supervivencia de las personas diagnosticadas. En México es la
primera causa de muerte por tumores malignos en mujeres, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Esta iniciativa de prevención comenzó en 1985 en Estados Unidos y ha sido adoptada en todo el mundo, logrando una mayor difusión sobre la importancia del diagnóstico oportuno, pues se estima que alrededor de la mitad de los casos se detectan en etapas avanzadas o metastásicas, lo que reduce considerablemente las posibilidades de éxito en el tratamiento; en contraparte, el 99% de las mujeres con cáncer de mama en etapas tempranas sobreviven más de cinco años y solo el 23% lo hace en casos de cáncer metastásico.
El lazo rosa, símbolo mundial de la lucha contra el cáncer de mama, fue introducido en 1991 durante la Carrera para la Cura organizada por la Fundación Susan G. Komen y a partir de ese momento, el lazo rosa se adoptó como el emblema de la campaña de concientización en todo el mundo.
Este sencillo símbolo ha contribuido significativamente a sensibilizar a la población y recordar la importancia de las mamografías y autoexámenes regulares.
Gracias a los avances médicos, cuando el cáncer de mama se detecta a tiempo, las pacientes tienen la opción de someterse a cirugía conservadora en lugar de una mastectomía completa, ya que este tipo de intervención, también conocida como lumpectomía, permite extirpar solo el tumor canceroso y una pequeña porción de tejido circundante, preservando la mayor parte del seno.
Esta opción mejora la calidad de vida de las mujeres, tanto a nivel físico como emocional, ya que minimiza los efectos de la cirugía.
Para prevenir y detectar el cáncer de mama de manera oportuna, es crucial seguir ciertas medidas de cuidado personal:
1. Autoexploración mensual: A partir de los 20 años, todas las mujeres deben realizarse un autoexamen mamario mensual. Esto ayuda a detectar cambios inusuales, como bultos, dolor o alteraciones en la piel.
2. Mamografías periódicas: A partir de los 40 años, se recomienda realizar una mamografía anual o según las indicaciones de su médico. Si hay antecedentes familiares de cáncer de mama, es posible que deba comenzar antes.
3. Hábitos saludables: Mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente y evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco son factores importantes para reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
4. Consultas médicas regulares: No esperar a sentir molestias. Acudir al médico para chequeos regulares es esencial, ya que muchas veces el cáncer de mama en sus primeras etapas no presenta síntomas visibles.
Al seguir estas recomendaciones, las mujeres no solo pueden detectar a tiempo posibles señales de cáncer de mama, sino también mejorar sus posibilidades de un tratamiento exitoso. Octubre es el recordatorio anual de que la prevención y la atención temprana salvan vidas.