¿Has sentido que tu recámara ya no da para más? En muchas casas, sobre todo en departamentos pequeños o habitaciones compartidas, permanece la sensación de que cada rincón está ocupado y, aunque limpies, sigue viéndose caótica.
Lograr que esa sensación de orden en el dormitorio (y que se sienta bien) puede parecer una misión imposible, pero con algunos cambios inteligentes, ese espacio puede transformarse en un verdadero refugio.
La clave está en elegir muebles que hagan más de una cosa: guardar, organizar y verse bien. Aquí te van algunas ideas que pueden cambiar tu día a día sin vaciar tu cartera:
1- Ropero con puertas corredizas: el clásico que no falla
Cuando no tienes mucho espacio, cada centímetro cuenta y los roperos con puertas corredizas no solo ahorra espacio, también evita esos portazos incómodos contra la cama y si es modular, mejor: puedes ajustar cajones y estantes según lo que tengas —desde zapatos hasta chamarras.
2- Cama con espacio extra
Las camas con cajones o base elevada te dan ese “clóset secreto” que tanto se necesita porque guarda cobijas, zapatos, maletas o incluso ropa de temporada, lo que le convierte en ideal para quienes tienen poco espacio de guardarropa o comparten habitación.
3- Centro de entretenimiento: sí, tu recámara también puede tener uno
¿Quién dijo que un centro de entretenimiento es solo para la sala? Hay modelos compactos y bonitos, como los de centro de entretenimiento Oechsle, que por combinar almacenamiento cerrado con diseño moderno, son perfectos para guardar cables, libros o videojuegos sin dejar todo a la vista.
También puedes colocar una planta, una lámpara o tus objetos favoritos encima, y así darle un toque personal a tu recámara sin saturar, lo ideal si buscas orden sin sacrificar estilo, sobre todo cuando el espacio es limitado
4- Estanterías flotantes: tus mejores aliadas
Fáciles de instalar, estéticas y súper prácticas porque te permiten liberar el piso, mostrar lo que te gusta (libros, plantas, velas) y mantener el orden visual. ¿Lo mejor? ¡No estorban!
5- Burós con puertas: dile adiós al caos nocturno
Una mesita de noche puede ser tu mejor aliada o tu peor pesadilla, pues las que tienen puertas o cajones ayudan a esconder todo eso que suele quedarse encima: libros, cables, cremas, hasta snacks.
Diversos estudios en psicología ambiental señalan que hoy más que nunca, tener un cuarto ordenado va más allá de lo estético... muestran que un espacio limpio y bien organizado ayuda a dormir mejor, pensar con claridad y sentirse menos estresado.
No se trata de tener todo perfecto, sino de crear un ambiente que se sienta tuyo, sin el caos de por medio que se genera por el ruido visual.
Un lugar donde puedas relajarte después de un día pesado, donde no te abrume la vista al entrar, y que refleje tu personalidad. Incluso pequeños cambios —como liberar una superficie o encontrarle un lugar fijo a las cosas— pueden hacer una gran diferencia. Crear armonía en tu recámara también es una forma de cuidarte.
Empieza por una pieza, tal vez el ropero o ese buró viejo que ya pide cambio, verás que poco a poco tu recámara empieza a respirar contigo.