El vocero de la División de Ciencias de la Tierra, Luis Mendoza Garcilaso, explicó que los estudios de la empresa encargada de los análisis en la zona, refieren que el agua fue una variable importante que contribuyó al hundimiento de la carretera, y la intención es que la nueva obra civil, que se desarrolle en el sitio, esté protegida de este promotor de deslizamiento.

Por la naturaleza del terreno, los estudios indicarán las áreas superficiales por las que se filtra la humedad al terreno, sin embargo, deben identificarse las arterias subterráneas por las que viaja el agua una vez que entra a la tierra.

El método del estudio de geoeléctrica se realiza mediante electrodos ubicados en puntos estratégicos en la superficie, mismo que inyectan electricidad al suelo e indicarán cómo se propagan las capas. subterráneas.

Comentó que la empresa de estudios, contratada por Caminos y Puentes Federales (Capufe), está haciendo algunas perforaciones en diferentes sitios estratégicos y a cada cierta distancia, para conocer el material existente en la profundidad, en espera de localizar una capa resistente y libre de humedad donde se pudieran asentar pilotes de apoyo para la obra civil.

Aunque no tienen fecha en que concluirán este primer estudio (no más de dos semanas), dijo que una vez finalizados apoyarán la decisión de construir galerías filtrantes de agua y los drenajes.

Como referencia, en el predio del desarrollo turístico Saldamando, ubicado a menos de dos kilómetros al Sur del colapso, hay una galería filtrante de que se extraen por lo menos 2 mil litros de agua diarios en época de verano según datos de Capufe.