El 3 de octubre Julián Eduardo Herrada un niño de apenas 11 años de edad estaba en su casa y de pronto olió que algo se quemaba. Al asomarse se dio cuenta que la casa de su vecino estaba comenzando a incendiarse.
Su vecino es un hombre de avanzada edad y vive sólo en Francisco Zarco, una comunidad ubicada al norte de Ensenada en la Ruta del Vino, donde el niño al ver que las llamas empezaban a cobrar fuerza se cruzó por el cerco y entró a despertar al anciano, lo ayudó a salir de la casa e hizo que se pusiera a salvo.
Luego Julián comenzó a llenar como pudo, cubetas de agua para lanzarlas al fuego y enseguida tomó una manguera para tratar de evitar que la casa se quemara en lo que llegaban los bomberos.
El acto de valor del pequeño fue testificado por varias personas entre estos miembros de cuerpos de seguridad y rescate por lo que decidieron premiar su heroísmo.
Julián admira a los bomberos y paramédicos y ha dicho que eso quiere ser cuando sea grande.
Éste domingo, el grupo paramédicos sin fronteras al que pertenecen rescatistas de Ensenada, decidieron darle un reconocimiento especial por la determinación para auxiliar a una persona en peligro indicó José Luis Cossío, quien encabeza la organización.
Julián participó en un curso especial para menores sobre primeros auxilios y luego frente a los que estaban ahí lo sorprendieron con un reconocimiento y el nombramiento de paramédico honorario Junior.
Julián pertenece a una familia humilde pero siempre pendiente de los demás y acudieron a testificar el reconocimiento de su pequeño.