En un comunicado se informa que ésta acción fue motivada por una denuncia anónima, la cual señalaba la venta de diversos platillos de este pescado en el restaurante Los Arbolitos, en la capital sonorense, por lo que personal de la Profepa acudió al establecimiento, haciéndose acompañar por elementos de la Procuraduría General de la República (PGR), pues presuntamente se trata de la comisión de un delito contra la biodiversidad.

Al hacer una minuciosa inspección en la cocina y en las bodegas del restaurante, el personal que acudió a realizar esta diligencia localizó, en hieleras cerradas bajo candado, decenas de ejemplares congelados, que arrojaron un peso de 60 kilos con 75 dispuestos para su venta al público.

Ante la presencia de testigos, el personal de la Profepa y de la PGR constató que se trataba de ejemplares de esta especie protegida por la legislación mexicana, la cual ha establecido una veda total e indefinida de esta especie desde 1975 en las aguas del Golfo de California, de donde es endémica.

Su explotación comercial y deportiva en exceso, orillaron al Gobierno mexicano a decretarla en peligro de extinción, por lo que su pesca, consumo, venta y posesión son castigados hasta con nueve años de cárcel y/o una sanción administrativa de hasta tres mil días de salario mínimo.

Cabe señalar que la Profepa realiza recorridos de vigilancia permanente en el Area de Refugio de Protección a la Vaquita Marina, dentro de la Reserva de la Biosfera del Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado, paras evitar la captura de especies como la curvina golfina (Cynoscion othonopterus), cuyo aprovechamiento puede afectar a otras especies en peligro de extinción, como son la Vaquita Marina (Phocoena sinus) y la totoaba precisamente.

Desde hace mas de una década investigadores de la UABC trabajan en Ensenada en programas para repoblar la totoaba en el Golfo de California.