Dentro de todos los temas que incluye la reforma hacendaria, la homologación del IVA es el que más preocupaba a toda la franja fronteriza y de manera muy especial a Baja California, ya que la totalidad del territorio se considera como tal.

La mayoría de la bancada priísta (apoyada con diputados del PRD y del Verde) votaron a favor y ahora todo es cuestión de tiempo: a partir del primer minuto del 2014 los bajacalifornianos viviremos uno de los incrementos más notables en los costos de casi todo lo que necesitamos.

Para poner más obscuro el panorama, nuestro vecino del norte no pasa precisamente por su mejor momento económico.

En algunos sectores las consecuencias de la llamada Ley Obama ya empiezan a manifestarse en una disminución de los volúmenes de venta, al grado de poner las expectativas para el cierre del año por debajo de lo logrado durante el 2012.

Una de las vías esperadas es que la necesidad de liquidez lleve a los empresarios norteamericanos a una guerra de precios. Esto, en combinación con los incrementos del lado mexicano, plantea un escenario de mayor complejidad para el empresario Bajacaliforniano.

El PRI deberá asumir los costos políticos de la reforma y generar acciones desde el gobierno para inyectar dinamismo a nuestra economía.