El desgaste es luego de un mes de mantener cerrado el paso a Punta Baja la principal zona de captura de la Cooperativa Ensenada lo que ha causado ya estragos entre los pobladores de El Rosario, que mas allá de pertenecer a distintos grupos pesqueros, cooperativas y sociedades de producción rural, son familiares entre sí.

El problema derivado de una serie de errores administrativos y políticos que datan de hace mas de una década, no se resolvió como prometieron y en esta nueva temporada, todo apunta que solo la decisión de un juez podrá definir el futuro de estos pescadores.

El conflicto tiene que ver con una prórroga a la concesión de la cooperativa Ensenada, que había visto suspendido sus derechos en el año 2003 y en este lapso se entregaron permisos de langosta a nuevos grupos, permisos que fueron cancelados en algunos casos a solo unos días de habérselos entregados.

Como medida compensatoria, el gobierno federal por medio de la Conapesca pudo ofrecerles otras alternativas, erizo, escama y en algunas temporadas espacio para pescar algo de langosta con el acuerdo de la cooperativa Ensenada.

Sin embargo, para esta temporada lo más que podrán capturar es erizo y escama.