Residentes del fraccionamiento Colinas de El Sauzal, en la delegación de El Sauzal, se oponen a que haya más desarrollos habitacionales de interés social en esa área porque consideran que no hay servicios suficientes para abastecer a toda una comunidad.
Durante el verano se presentó un problema con la planta de tratamiento de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (Cespe) que por estar a su máxima capacidad comenzó a despedir mal olor. El mal funcionamiento ocasionó náuseas, dolores de cabeza y mareos a varias decenas de habitantes, así como la descarga de miles de litros de aguas negras y desechos tóxicos al mar, aunado a la severa escasez de agua que afecta toda la región, por lo que sorprende que el gobierno pretenda dar cabida a 14 mil personas más en el lugar, a través del Instituto para el Desarrollo Inmobiliario y para la Vivienda (Indivi).
Ante el riesgo de que se agrave la falta de servicios básicos –agua, luz y drenaje–, de por sí escasos, habitantes y empresarios de Ensenada, colaboradores de CICESE, UNAM, UABC y residentes de Las Rosas y El Sauzal rechazaron cualquier tipo de proyecto habitacional.
Durante una reunión este domingo indicaron que al ser la entrada principal de Ensenada, esta zona enfrenta ya problemas de tránsito vehicular e innumerables accidentes en la carretera Transpeninsular, especialmente durante los meses de verano cuando el turismo vienen a disfrutar de las playas, las fiestas de la vendimia, los paseos ciclistas Rosarito-Ensenada, las carreras Baja 1000 y Baja 500.
“Sabemos por experiencia que este tipo de desarrollos de vivienda social traen diversos problemas. Hacinamiento, desabasto de servicios públicos, deficiente acceso a las vialidades, delincuencia, por mencionar algunos,” dijo Faisal Díaz, residente de Colinas de El Sauzal.
Laura Viana Castrillón, investigadora del Centro de Nanociencias y Nanotecnología de la UNAM y también vecina, tampoco está de acuerdo en que se realicen más proyectos de vivienda.
“Sería una verdadera tragedia que la entrada de Ensenada, la primera cara que ven los visitantes, en donde existen negocios nuevos y ya consolidados, que atraen turismo y generan empleos, fuera desfigurada por este tipo de vivienda, que lejos de brindar soluciones efectivas generan más problemas tanto para sus habitantes como para sus alrededores,” opinó.
Los afectados iniciarán una campaña para que el estado considere la posibilidad de mejorar las condiciones del cárcamo y no permitir más desarrollos habitacionales.