El programa de Inglés conversacional ampliará en escuelas públicas de Baja California su capacidad y atenderá a más de 200 escuelas en el Estado, informó Javier Fernández Acevez, coordinador de Inglés del Sistema Educativo Estatal (SEE).
Informó que en el caso de Ensenada de tres escuelas de nivel básico que participaron en el ciclo 2015-2016, se sumarán 21 en la ciudad y otras 20 en la delegación de San Quintín.
Se trata de un programa que solo se ha usado en Baja California y en el Distrito Federal, que tiene la finalidad de complementar la asignatura de inglés la cual es optativa -con tres horas semana-.
“La estrategia es que a la medida de la escuela, en algunas escuelas los niños piden en inglés el sandwich y el jugo de naranja, en otras hay un huerto donde la siembra está marcada, también hay quienes intercambian cartas entre estudiantes de un salón y otro”, ejemplificó.
El plan consiste en señalizar cada rincón de la institución desde las canchas deportivas, cooperativa, baños, biblioteca, salones entrada y salida de la escuela, con mensajes inglés de tal manera que el estudiante lo relacione. También al comprar un producto lo tienen que pedir en el idioma.
Parte del plan consiste en la capacitación de auxiliares académicos que pertenezcan a la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), a la facultad de idiomas o Universidad Politécnica de Baja California para que acompañen a las escuelas en la implementación del programa.
Las escuelas públicas que estén interesadas en adaptar este esquema de enseñanza tienen el mes de septiembre para llevar a cabo el registro con el único requisito de que dentro del plantel haya un profesor, directivo, administrativo o intendente que tenga nociones de inglés ya que trabajarán por seis meses con el el asesor asignado.
Anahuac, Miguel Hidalgo y Libertadores de México, con resultados exitosos ya que se mide el nivel de aprendizaje de los estudiantes con un diagnóstico que realizan los asesores académicos cada cierto periodo.
La intención es que este programa no sea una simulación y en unos años los directivos de las escuelas puedan integrar esta experiencia como evidencia curricular.