Luis Fernando Martínez Angulo, director de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 34 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), explicó que aun cuando se trata de un padecimiento crónico que no se cura, existen tratamientos para controlarlo y disminuir sus síntomas.

Indicó que cuando se manifiesta por primera vez, lo recomendable es acudir con su médico familiar para descartar o confirmar el diagnóstico, ya que existen criterios clínicos que ayudan a identificarla, como el hecho de tener familiares en primer grado con esta enfermedad, aunado a que es más común en el sexo femenino.

Por lo regular, dijo, se presenta en personas jóvenes entre 20 y 30 años, e incrementa cuando el paciente realiza alguna actividad como caminar, subir escaleras e incluso al inclinarse.

Una vez que se emite el diagnóstico, como parte del tratamiento se recomienda evitar embutidos, salchichas, jamón, pizzas, salsa de soya, alimentos que contienen conservadores y condimentos en exceso.

El estilo de vida también se relaciona con la enfermedad, ya que el consumo de alcohol, desvelarse y el ayuno contribuyen a que se presente.

El Doctor Martínez Angulo destacó la importancia de mantener un peso adecuado, llevar una dieta balanceada, evitar los alimentos procesados y un programa de ejercicio acorde a las posibilidades de la persona y que contribuya a su bienestar.