De esta forma, propone que sean directamente destinados a tratar a la población que padece cualquier adicción, los impuestos que recaudan los juegos y apuestas, incluidas las actividades de todo tipo de loterías, rifas, sorteos, y concursos, incluyendo las apuestas permitidas, así como las que se presentan en establecimientos o agencias en donde se apuesten carreras de caballos, galgos o cualquier otro tipo de evento.

Esto, cuando dicha población se atienda en los Establecimientos Residenciales Especializados en el Tratamiento Rehabilitación y Reintegración de Personas con Problemas de Alcoholismo y Drogadicción, que se encuentren dentro del padrón a cargo de la Secretaría de Salud del Estado.

Dejó en claro que, con esta iniciativa no se busca incrementar o crear un nuevo impuesto a las actividades antes descritas, pues ya se encuentran contempladas en la Ley materia de esta iniciativa, sino que busca materializar estos, en el cumplimiento de sus fines, recordando que los impuestos tienen en el sistema económico gran importancia debido a que, a través de éstos, se pueden alcanzar diversos objetivos.

Del análisis exhaustivo de dichos preceptos, advirtió que los requisitos y obligaciones que, por mandato de Ley deben cumplir los citados establecimientos, implica necesariamente contar con una infraestructura adecuada para albergar de manera digna los usuarios, y espacios adecuados para un equipo multidisciplinario de profesionales de la salud metal y adicciones.

Señaló que el esfuerzo aislado, no es suficiente y se requiere conjuntar acciones de voluntad política y social, dirigidas a ayudar a estas personas y sus familias, que hoy por hoy se encuentran en graves dificultades, por lo que consideramos que es tiempo de fortalecer e incrementar la atención digna a los usuarios de estos establecimientos, así como a sus familiares.

“Definitivamente -dijo- nos encontramos frente a un grave problema de salud y socialmente estigmatizado, por lo que es muy probable que la información que arrojan las encuestas esté subestimada, y quizá resulten aún más alarmantes las cifras subyacentes que no aparecen en censos ni encuesta alguna”.

Puntualizó que, tal vez esto se deba a la enorme cantidad de personas que no acuden a un tratamiento, debido al estigma y a la presión social y familiar con el que viven las personas usuarias de drogas y alcohol, o de aquellas que mueren en las calles, sin tener nunca la oportunidad de llevar un tratamiento para sus adicciones.