Al referir el impacto socioeconómico que tiene la pesca en México, recordó que la la actividad beneficia a alrededor de 24 millones de personas.

En materia pesquera, México, no sólo tiene un potencial muy grande, sino que la pesca al aprovecharse de manera responsable, constituye un sector estratégico para la seguridad alimentaria y la soberanía nacional; “el compromiso es posicionar a la pesca en el interés público y en el interés de los gobiernos”, apuntó.

Entrevistado por el programa ecuatoriano “Azul Sostenible”, Humberto Becerra habló sobre “sostenibilidad e integración regional de las pesquerías industriales mexicanas”.

Sobre la intención de crear más áreas marinas protegidas, abundó que “Es un tema que preocupa mucho, sobre todo porque esa intención no está respaldada por una investigación real, o seria, para la toma de decisiones; ya vimos que sin un sustento científico, sin documentación, sin investigación y por presiones, en el gobierno anterior se cerraron áreas de pesca muy importantes para la pesca de algunas pesquerías muy importantes, como la del atún, en las Islas Revillagigedo; un parque nacional que ya estaba decretado por la Unesco como patrimonio de la humanidad”.

Explicó que “sin embargo, estamos a favor de que deben ser protegidas aquéllas zonas de pesca donde haya un impacto sobre algún recurso que se encuentre en los océanos, siempre y cuando haya un respaldo científico que diga que está en riesgo ese ecosistema; nosotros siempre hemos buscado que cualquier decisión que se tome sea con un respaldo científico, pero lo que hemos visto no ha sido así”.

Remarcó: “Yo estoy en contra de que se decreten áreas marinas protegidas de una manera irracional, solamente para la foto para la medalla política y por eso insisto que tenemos que ir de la mano con los gobiernos para que la pesca sea una actividad que esté en el interés púbico y en el interés de los gobiernos; de hecho, en los compromisos de Aichí, México ya tiene el 22.5 por ciento de sus mares protegidos, lo que rebasa el promedio mundial”.

El presidente de Canainpesca aseguró que “un compromiso que todos hemos venido asumiendo a través del tiempo es el de ir mejorando nuestras artes de pesca, de tener una flota pesquera monitoreada satelitalmente, esas son algunas herramientas de mucha ayuda para que se puedan regular estas embarcaciones y hacer una pesca más responsable”.

Subrayó que la investigación es la columna vertebral de toda la actividad pesquera y en México se cuenta con un marco jurídico muy robusto en el cual se establecen las medidas de aprovechamiento de los recursos pesqueros. Existe una Carta Nacional Pesquera que indica el estatus de cada pesquería, en qué situación se encuentra, y propusimos estrategias de aprovechamiento a través modificaciones a las artes de pesca de manera continua en las diferentes pesquerías, como en los excluidores de tortugas, el uso de aditamentos en la pesca de palangre con modificaciones a estas artes de pesca para impedir que algunas especies no objetivo se puedan pegar en las artes de pesca.

Agregó que se han emprendido otras actividades como en economía circular; ya se inició la recolección de artes de pesca, redes, sogas, cabos, que de alguna manera podían terminar en el mar y ya se lleva un avance 140 toneladas, lo que significa que hay más conciencia en el pescador y en los empresarios.

En el 2021 se arrancó un programa piloto con la flota de arrastre camaronera donde el compromiso es traer plásticos que puedan recolectar durante la captura.

Al referirse a la dimensión del potencial que tiene México en materia pesquera, Becerra indicó que los más de 11 mil 500 kilómetros de litoral ubican al país en el quinto lugar en extensión de litorales en el mundo y la 13ava Zona Económica Exclusiva más grande del planeta con tres millones de kilómetros cuadrados, que es 1.6 veces más grande que el territorio nacional.

En la actualidad, dijo, se aprovechan 735 especies de manera comercial y algunos estudios indican que hay recursos potenciales en aguas profundas, de alrededor de 70 especies, en zonas más o menos estudiadas hasta ahorita, pero existe un potencial muy grande que se aprovecha por un total de 80 mil embarcaciones que operan en el país, de las cuales 2,316 son de mediana altura y de altura, y el resto son artesanales.